Los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU sobre el calentamiento global son, en realidad, una “gran mentira”. Una «estafa». Es “falso” que el CO2 aumente las temperaturas del planeta. Los miembros del IPCC actúan bajo premisas “corruptas”. Un miembro del IPCC, Vincent Gray, denuncia en un informe que los datos científicos son manipulados. De hecho, los informes son modificados para eliminar cualquier evidencia de que el calentamiento se debe a procesos naturales.
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El prestigioso documental de Al Gore sobre el supuesto cambio climático que sufre el planeta, titulado Una Verdad Incómoda, podría servir perfectamente para describir los entresijos de corruptelas y falsedades científicas que subyacen en el seno del IPCC.
El Panel Intergubernamental constituye el principal grupo de expertos que, bajo el paraguas de la ONU, desarrolla los informes climáticos que sirven de referencia a administraciones públicas y grupos ecologistas para mantener, ante la opinión pública internacional, que el mundo se enfrenta a un calentamiento global de dimensiones catastróficas debido a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI). Y ello, cómo no, por culpa del ser humano y del desarrollo económico.
Sin embargo, el origen antropogénico (es decir, causado por el hombre) del cambio climático no sólo es puesto en duda por un pequeño e irrelevante número de pseudocientíficos escépticos, que actuán bajo la tutela y servidumbre de las grandes petroleras, tal y como suelen argumentar los defensores del calentamiento global.
El número de expertos y climatólogos que cuestiona la validez de dicha teoría es cada vez mayor. De hecho, incluso alguno de los miembros que han formado parte del prestigioso IPCC (ganador del premio Nobel de la Paz en 2007) denuncia que el trabajo del IPCC es “esencialmente corrupto” abogando, incluso, por su “abolición” o, al menos, “reforma en profundidad”.
Teoría «falsa» sobre el CO2
El autor de estas afirmaciones es el prestigioso climatólogo neozelandés Vincent Gray que, desde 1990, ha trabajado en el seno del IPCC, por lo que conoce perfectamente su funcionamiento interno. Así, en un reciente documento hecho público el pasado 11 de julio, Gray desgrana los grandes mitos y “mentiras” presentes en el afamado trabajo de este supuesto panel internacional de expertos en materia de cambio climático.
El citado documento (ver adjunto), bajo el título de IPCC: Sesgando el Clima, no tiene desperdicio. Su inicio es, ya de por sí, demoledor al afirmar lo siguiente: “He sido un Experto Evaluador del IPCC desde su primer gran informe en 1990. El IPCC se ha distinguido por proporcionar pruebas de que el clima de la Tierra ha sido dañado por los cambios que han originado las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero”.
Gray concluye que “la desaparición del IPCC, por desgracia, no sólo es deseable sino inevitable». La razón es que el mundo se dará cuenta lentamente de que «sus predicciones no van a ocurrir. La ausencia de cualquier calentamiento global en los últimos ocho años tan sólo es el principio. Tarde o temprano todos se darán cuenta de que esta organización, y la teoría que existe tras ella, es falsa. Lamentablemente, su influencia provocará graves problemas económicos antes de que esto ocurra».