LA IGLESIA QUE DIOS VOMITARA DE SU BOCA

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EL MENSAJE A LAODICEA

Apocalipsis 3:14-21

14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:

15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!

16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.

18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.

19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.

20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.

22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

1) ¿A quiénes se aplica el mensaje a Laodicea?

“El mensaje de Laodicea se aplica a los hijos de Dios que profesan creer en la verdad presente.  La mayoría de ellos son tibios y sólo profesan la verdad.  Tienen el nombre de cristianos, pero nada de celo.(1JT 477)

“El mensaje a la iglesia de Laodicea es una denuncia sorprendente y se aplica al actual pueblo de Dios.” (1 JT 327))

2) ¿Qué clase de personas son los “tibios”?

“Dios indicó que quería, en el corazón de la obra, hombres que corrigiesen el estado de cosas que existía allí y permaneciesen como fieles centinelas en su puesto del deber.  Les ha dado luz con respecto a todo punto, para instruirlos, estimularlos y confirmarlos, según lo requería el caso.  Pero no obstante todo esto, los que debieran ser fieles y veraces, fervientes en el celo cristiano y de espíritu misericordioso, los que debieran conocer y amar fervientemente a Jesús, ayudan al enemigo a debilitar y desalentar a aquellos a quienes Dios está empleando para fortalecer la obra.  El término «tibio» se aplica a esta clase de personas.  Profesan amar la verdad, pero son deficientes en la devoción y el fervor cristiano.  No se atreven a abandonar del todo la verdad y correr el riesgo de los incrédulos; pero no están dispuestos a morir al yo y seguir de cerca los principios de su fe. (1JT 477)

3) ¿Qué reacción le producen a Jesús los tibios?

El Testigo Fiel aborrece esa tibieza.  Abomina la indiferencia de esa clase de personas.  Dice:  «¡Ojalá fueses frío, o caliente!»» (Apoc. 3:15.) Como el agua tibia, le causan náuseas.  No son ni despreocupados ni egoístamente tercos.  No se empeñan cabal y cordialmente en la obra de Dios, identificándose con sus intereses; sino que se mantienen apartados y están listos para abandonar su puesto cuando lo exigen sus intereses personales y mundanos.  Falta en su corazón la obra interna de la gracia.  De los tales se dice: «Tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú eres un cuitado y miserable y pobre y ciego y desnudo.»  (Vers. 17.) (1 JT 478)

4) ¿Puede salvarse alguien en su condición de tibieza?

“Tal vez algunos digan que esperar el favor de Dios por nuestras buenas obras es exaltar nuestros propios méritos. A la verdad, no podemos comprar una sola victoria con nuestras buenas obras; sin embargo, no podemos ser vencedores sin ellas…El cumplimiento muerto y frío del deber no nos hace cristianos.  Debemos salir de la condición de tibieza y experimentar una verdadera conversión, o no llegaremos al cielo”. (1 JT 479)

“Existen aquellos que aunque dicen servir a Dios están testificando contra él. A los tales se les da el mensaje de la iglesia laodicense.  Cristo dice: «Conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente».  Cuando el ángel castigador pase por la tierra, Cristo no podrá decir de ellos: «No los toques.  Los tengo esculpidos en las palmas de mis manos».  No. El dice de esos cristianos a medias: «Los escupiré de mi boca.  Me repugnan» (Carta 44, 1903). (Citado en el 7CBA, p. 975)

5) ¿Están engañados los laodicenses?

“¡Qué mayor engaño puede penetrar en las mentes humanas que la confianza de que en ellos todo está bien cuando todo anda mal!  El mensaje del Testigo Fiel encuentra al pueblo de Dios sumido en un triste engaño, aunque crea sinceramente dicho engaño.  No sabe que su condición es deplorable a la vista de Dios.  Aunque aquellos a quienes se dirige el mensaje del Testigo Fiel se lisonjean de que se encuentran en una exaltada condición espiritual, dicho mensaje quebranta su seguridad con la sorprendente denuncia de su verdadera condición de ceguera, pobreza y miseria espirituales.  Este testimonio tan penetrante y severo no puede ser un error porque es el Testigo Fiel el que habla y su testimonio debe ser correcto.”

“A los que se sienten seguros por causa de sus progresos y se creen ricos en conocimiento espiritual, les cuesta recibir el mensaje que declara que están engañados y necesitan toda gracia espiritual.  El corazón que no ha sido santificado es engañoso «más que todas las cosas, y perverso.»» (Jer. 17: 9.) Se me mostró que muchos se ilusionan creyéndose buenos cristianos, aunque no tienen un solo rayo de la luz de Jesús.  No tienen una viva experiencia personal en la vida divina.  Necesitan humillarse profunda y cabalmente delante de Dios antes de sentir su verdadera necesidad de realizar esfuerzos fervientes y perseverantes para obtener los preciosos dones del Espíritu.” (1 JT 327 – 328)

6) ¿Cuál es la única esperanza de los laodicenses?

“La única esperanza de los laodicenses consiste en tener una visión más clara de su situación delante de Dios, un conocimiento de la naturaleza de su enfermedad.  No son ni fríos ni calientes; ocupan una posición neutral, y al mismo tiempo se lisonjean de que no les falta nada.”  (1 JT 477 – 478)

7)  La verdadera condición de los laodicenses.

a) ¿Porqué son peores que los incrédulos?

Los cristianos a medias son peor que los incrédulos, pues sus palabras engañosas y su posición evasiva descarrían a muchos.  El incrédulo se muestra tal como es.  El cristiano tibio engaña a ambas partes.  Ni es un buen mundano ni un buen cristiano.  Satanás lo usa para hacer una obra que ningún otro puede hacer.” (Carta 44, 1903). (Citado en el CBA, t. 7, p.975).

a) El pecado prevalece entre el pueblo de Dios.

Como pueblo, estamos triunfando en la claridad y fuerza de la verdad.  Somos plenamente sostenidos en nuestra posición por una abrumadora cantidad de claros testimonios bíblicos.  Pero somos muy deficientes en humildad, paciencia, fe, amor, abnegación, vigilancia y espíritu de sacrificio según la Biblia.  Necesitamos cultivar la santidad bíblica.  El pecado prevalece entre el pueblo de Dios.  El claro mensaje de reprensión enviado a los laodicenses no es recibido.  Muchos se aferran a sus dudas y pecados predilectos, a la par que están tan engañados que hablan y sienten como si nada necesitasen.  Piensan que es innecesario el testimonio de reproche del Espíritu de Dios, o que no se refiere a ellos.  Los tales se hallan en la mayor necesidad de la gracia de Dios y de discernimiento espiritual para poder descubrir su falta de conocimiento espiritual.  Les falta casi toda cualidad necesaria para perfeccionar un carácter cristiano. No tienen el conocimiento práctico de la verdad bíblica que induce a la humildad en la vida y a conformar la voluntad a la de Cristo.  No viven obedeciendo a todos los requerimientos de Dios.” (1JT 328 – 329)

b)Falta de entrega total

“Nadie puede ocupar una posición neutral; no existe una posición intermedia, en la que no se ame a Dios y tampoco se sirva al enemigo de la justicia.  Cristo ha de vivir en sus agentes humanos, obrar por medio de sus facultades y actuar por sus habilidades.  Ellos deben someter su voluntad a la de Cristo y obrar con su Espíritu.  Entonces, ya no son ellos los que viven, sino que Cristo vive en ellos.  Quien no se entrega por entero a Dios se ve gobernado por otro poder y escucha otra voz, cuyas sugestiones revisten un carácter completamente distinto.  El servicio a medias coloca al agente humano del  lado del enemigo, como aliado eficaz de los ejércitos de las tinieblas.  Cuándo los que profesan ser soldados de Cristo se unen a la confederación de Satanás y colaboran con él, se revelan  como enemigos de Cristo.  Traicionan cometidos sagrados.  Constituyen un eslabón entre Satanás y los soldados fieles; y por medio de dichos agentes el enemigo trabaja constantemente para seducir los corazones de los soldados de Cristo.” (DMJ 80)

c) No condenan lo malo y sostienen la justicia.

“No es suficiente el simple hecho de profesar creer la verdad.  Todos los soldados de la cruz de Cristo se obligan virtualmente a entrar en la cruzada contra el adversario de las almas, a condenar lo malo y sostener la justicia.  Pero el mensaje del Testigo Fiel revela el hecho de que nuestro pueblo está sumido en un terrible engaño, que impone la necesidad de amonestarlo para que interrumpa su sueño espiritual y se levante a cumplir una acción decidida.” (1 JT 328-329)

d) Espiritu de conformismo y suficiencia.

“En mi última visión se me mostró que este mensaje decidido del Testigo Fiel no ha cumplido aún el designio de Dios.  La gente duerme en sus pecados.  Continúa declarándose rica, y sin necesidad de nada.  Muchos preguntan: ¿Por qué se dan todos estos reproches? ¿Por qué los Testimonios nos acusan continuamente de apostasía y graves pecados?  Amamos la verdad; estamos prosperando; no necesitamos esos testimonios de amonestación y reproche. Pero miren sus corazones estos murmuradores y comparen su vida con las enseñanzas prácticas de la Biblia; humillen sus almas delante de Dios; ilumine la gracia de Dios las tinieblas; y caerán las escamas de sus ojos y se percatarán de su verdadera pobreza y miseria espirituales.  Sentirán la necesidad de comprar oro, que es la fe y el amor puro; ropa blanca, que es el carácter inmaculado, purificado en la sangre de su amado Redentor; y colirio, que es la gracia de Dios, y que les dará un claro discernimiento de las cosas espirituales para descubrir el pecado.  Estas cosas son más preciosas que el oro de Ofir. (1 JT 329)

e) Amor al mundo, egoísmo, codicia.

“El peligro que han corrido los hijos de Dios durante los últimos años ha sido el amor al mundo. De éste han nacido los pecados del egoísmo y de la codicia.Cuan-to más obtienen de este mundo, tanto más fijan sus afectos en él; y tanto más procuran obtener. Dijo el ángel: «Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el reino de Dios.» Sin embargo, muchos de los que profesan creer que poseemos la última nota de amonestación para el mundo, están esforzándose con toda su energía para colocarse en la situación en la cual es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para ellos entrar en el reino.”(1JT 41)

f) Está desapareciendo la fe en la segunda venida de Cristo.

“La fe en la pronta venida de Cristo se está desvaneciendo. «Mi Señor se tarda en venir»  (Mat. 24:48), es no sólo lo que se dice en el corazón, sino que se expresa en palabras y muy definidamente en las obras.  En este tiempo de vigilia, el estupor anubla los sentidos del pueblo de Dios con respecto a las señales de los tiempos.  La terrible iniquidad que tanto abunda requiere la mayor diligencia y el testimonio vivo para impedir que el pecado penetre en la iglesia.  La fe ha estado disminuyendo en grado temible, y únicamente el ejercicio puede hacerla aumentar.” (1 JT 330 – 331)

8) ¿Cuales son las causas de la ceguera espiritual?

Nota: señalaremos aquí sólo algunos puntos importantes a resaltar; sin olvidar que la causa principal de todos los problemas espirituales tienen siempre la misma raíz: la falta de comunión con Dios, mediante el estudio diario de su Palabra, la oración ferviente y la consagración total.

a) No querer recibir la corrección.

“Se me ha mostrado que la mayor razón por la cual los hijos de Dios se encuentran ahora en este estado de ceguera espiritual, es que no quieren recibir la corrección. Muchos han despreciado los reproches y amonestaciones que se les dirigieron.  El Testigo Fiel condena la tibieza de los hijos de Dios, que confiere a Satanás gran poder sobre ellos en este tiempo de espera y vigilancia.  Los egoístas, los orgullosos y los amantes del pecado se ven siempre asaltados por dudas.  Satanás sabe sugerir dudas e idear objeciones contra el testimonio directo que Dios envía, y muchos piensan que es una virtud, un indicio de inteligencia ser incrédulos, dudar y argüir.  Los que desean dudar tendrán bastante oportunidad de hacerlo.  Dios no se propone suprimir todo motivo de incredulidad.  El da evidencias que deben ser investigadas cuidadosamente con mente humilde y espíritu dispuesto a recibir enseñanza; y todos deben decidir por el peso de las evidencias.” (1 JT 329)

b) Rechazo o ignorancia de los testimonios.

“No sólo los que rechazan los Testimonios o albergan dudas con respecto a ellos están en terreno peligroso. Despreciar la luz es rechazarla.” (2T 290)

“Muchos contrarían directamente la luz que Dios ha dado a su pueblo, porque no leen los libros que contienen la luz y el conocimiento, en reconvenciones, reprensiones y amonestaciones.  Los cuidados del mundo, el amor a la moda y la falta de religión han desviado la atención de la luz que Dios nos ha concedido tan misericordiosamente, mientras que libros y periódicos que contienen errores inundan todo el país.  Por doquiera están aumentando el escepticismo y la incredulidad.  La preciosa luz que proviene del trono de Dios se oculta bajo un almud.  Dios hará a su pueblo responsable de esta negligencia.  Habrá que darle cuenta de todo rayo de luz que él ha dejado brillar sobre nuestra senda, sea que la hayamos aprovechado para progresar en las cosas divinas, o rechazado porque nos resultaba más agradable seguir nuestras inclinaciones.” 2 JT 291

Los tomos del «Espíritu de Profecía,» y también los Testimonios deben ser introducidos en toda familia observadora del sábado, y los hermanos deben conocer su valor y ser instados a leerlos. . . Debieran estar en la biblioteca de cada familia, y ser leídos a menudo. Guárdense donde puedan ser leídos por muchos.” 2 JT 291.

c) Mensajes tibios desde los púlpitos.

“Mi corazón se llena de angustia cuando pienso en los mensajes tibios que dan algunos de nuestros ministros, cuando llevan un mensaje de vida o muerte.  Los ministros están dormidos; los miembros laicos también; y el mundo perece en el pecado.  Dios ayude a su pueblo a despertarse, a andar y obrar como hombres y mujeres que están en el umbral del mundo eterno.  Pronto una terrible sorpresa sobrecogerá a los habitantes del mundo.  Cristo vendrá repentinamente, con poder y grande gloria.  Entonces no habrá tiempo para prepararse para recibirlo. Ahora es el tiempo en que hemos de dar el mensaje de advertencia.” (3 JT 220)

10) ¿Qué remedio ofrece Jesús a Laodicea?

 Arrepentimiento:

Estimados hermanos y hermanas: El Señor me ha mostrado en visión algo concerniente a la tibieza actual de la iglesia, y os lo relataré.  La iglesia me fue presentada en visión.  Dijo el ángel a la iglesia: «Jesús te habla: ‘Sé celoso y arrepiéntete'» (Apoc. 3: 19.) Vi que esta obra ha de ser emprendida con fervor. Hay algo de que arrepentirse.  La mentalidad mundanal, el egoísmo y la codicia han estado carcomiendo la espiritualidad y la vida del pueblo de Dios.”(1 JT 41)

Comprar de Jesús:

La compra que Cristo nos recomienda consiste tan sólo en cumplir con las condiciones que él nos ha dado.  La verdadera gracia, que es de valor inestimable, y que soportará la prueba y la adversidad, se obtiene únicamente por la fe y por una obediencia humilde acompañada de oración.  Las gracias que soportan las pruebas de la aflicción y la persecución, y la evidencia de su pureza y sinceridad, son el oro que es probado en el fuego y hallado puro.  Cristo ofrece vender al hombre este precioso tesoro: «Yo te amonesto que de mí compres oro afinado en fuego.» (1 JT 479) [ver 1ª Pedro 1: 6, 7 ].

El remedio de Dios:

“La fe y el amor son el oro puro, o las verdaderas riquezas que el Testigo Fiel les aconseja a los tibios que compren. . .

“El Testigo Fiel nos aconseja que compremos de él oro afinado en el fuego, vestiduras blancas y colirio. . .

“El oro probado en el fuego que se recomienda aquí, es la fe y el amor.  Enriquece el corazón, porque se lo ha refinado hasta su máxima pureza, y cuanto más se lo prueba, tanto más resplandece.  La vestidura blanca es la pureza de carácterla justicia de Cristo impartida al pecador.  Es a la verdad una vestidura de tejido celestial, que puede comprarse únicamente de Cristo, para una vida de obediencia voluntaria.  El colirio es aquella sabiduría y gracia que nos habilitan para discernir entre lo malo y lo bueno, y para reconocer el pecado bajo cualquier disfraz.  Dios ha dado a su iglesia ojos que él quiere que sean ungidos con sabiduría para que vean claramente; pero muchos sacarían los ojos de la iglesia si pudiesen, porque no quieren que sus obras salgan a luz, no sea que resulten reprendidos.  El colirio divino impartirá claridad al entendimiento.  Cristo es el depositario de todas las gracias.  El dice:  «Yo te amonesto que de mi compres.»  (Apoc. 3:18.) (1 JT 478 – 479)

11) ¿Será sin sacrificio que obtendremos las gracias ofrecidas?

“La obra que consiste en podarnos y purificamos para el cielo, es una obra grande y nos costará mucho sufrimiento y prueba, porque nuestra voluntad no quiere sujetarse a la de Cristo.  Debemos pasar por el horno de fuego hasta que éste haya consumido la escoria y seamos purificados y reflejemos la imagen divina.  Los que siguen sus inclinaciones y se rigen por las apariencias no son buenos jueces de lo que Dios está haciendo.  Están llenos de descontento.  Ven fracaso donde hay en verdad triunfo, y gran pérdida donde hay ganancia; como Jacob, están listos para exclamar: «Contra mí son todas estas cosas»  (Gén. 42: 36), cuando las mismas cosas de las cuales se quejan obran para su propio bien.”

“Sin cruz no hay corona. ¿Cómo puede uno hacerse fuerte en el Señor sin pruebas?  Para tener fuerza, debemos ejercitarnos.  Para tener fe energética, debemos estar colocados en circunstancias donde nuestra fe se ejercitará.  Precisamente antes de su martirio, el apóstol Pablo exhortó así a Timoteo: «Sé participante de los trabajos del evangelio según la virtud de Dios.»  (2 Tim 1: 8.) Por medio de mucha tribulación es como hemos de entrar en el reino de Dios.  Nuestro Salvador fue probado de toda manera posible, y sin embargo triunfó continuamente en Dios.  Es nuestro privilegio ser fuertes en la fortaleza de Dios en todas las circunstancias y gloriarnos en la cruz de Cristo.(1 JT 482-483)

La vida eterna es de valor infinito y nos costará todo lo que poseemos.  Se me mostró que no estimamos debidamente las cosas eternas.  Todo lo que es digno de posesión, aún en este mundo, debe obtenerse mediante esfuerzo y a veces por el sacrificio más penoso.  Y ello es tan sólo para obtener un tesoro perecedero. ¿ Estaremos menos dispuestos a soportar conflictos y trabajos y a hacer esfuerzos fervientes y grandes sacrificios, para obtener un tesoro que es de valor incalculable y una vida que se mide con la del Infinito? ¿Puede el cielo costarnos demasiado?” (1 JT 330)

12) ¿Está mal dar un mensaje de alarma?

“Los más alarmantes mensajes serán presentados por hombres designados por Dios”.  (El evangelismo, p. 127).

13) Algunos obstáculos que nos dificultan salir de la tibieza.

a)  Una alimentación incorrecta.

“Los que se complacen en comer carne, en tomar té y en la glotonería, están sembrando semillas cuya cosecha será dolor y muerte.Los alimentos no saludables colocados en el estómago fortalecen los apetitos que combaten contra el alma, y así se desarrollan las propensiones inferiores. Un régimen a base de carne tiende a desarrollar la animalidad. El progreso de la animalidad disminuye la espirituali-dad, y hace que la mente resulte incapaz de comprender la verdad.” (CSRA 456)

b) La vida en las ciudades.

“Insto a nuestro pueblo a que convierta la búsqueda de la espiritualidad en la obra de su vida.  Cristo está a la puerta.  Por esto digo a nuestro pueblo: «No consideréis que es una privación el ser llamados a dejar las ciudades para trasladamos al campo.  Allí esperan abundantes bendiciones para los que deseen aprehenderlas.  Al contemplar las escenas de la naturaleza, las obras del Creador, y al estudiar la obra de la mano de Dios, seréis transformados imperceptiblemen-te a la misma imagen».-2MS 408

“Cuando los adventistas del séptimo día se establecen en ciudades donde ya existe una iglesia grande no están en su debido lugar y su espiritualidad se debilita más y más.  Sus hijos están expuestos a numerosas tentaciones.  Hermanos míos, a menos que seáis imprescindibles para el adelanto de la obra en un tal lugar, sería mucho más prudente que fuerais a un lugar donde la verdad no ha penetrado aún, y os esforzarais en dedicar vuestra capacidad a la obra del Maestro.” (3 JT 227)

c) El ambiente tibio de la iglesia.

«Al Señor le agradaría que los tibios, que creen que son religiosos, nunca hubieran mencionado su nombre.  Son una carga continua para los que anhelan ser fieles seguidores de Jesús.  Son una piedra de tropiezo para los incrédulos» (1T 188). (Citado en 7CBA, pág. 777)

Nota sugerente: aunque es muy difícil revertir el ambiente de la iglesia, podemos sin embargo experimentar un reavivamiento reuniéndos en grupos pequeños en las casas, una o dos veces por semana. Esto revitalizará la experiencia espiritual de los que se reúnan para estudiar la Palabra de Dios.

14) ¿Qué ocurrirá finalmente si no se obedece el consejo del testigo fiel y verdadero? ¿Se verá el Señor obligado a desplazar a la organización actual de la iglesia adventista de su posición privilegiada, y a trabajar con otro grupo más fiel?

Será quitado el candelero:

“Pero, ¡oh qué cuadro triste! Los que no se someten a la influencia del Espíritu Santo pronto pierden las bendiciones recibidas cuando reconocieron la verdad como procedente del cielo. Caerán en una formalidad fría sin espíritu; pierden su interés en las almas que perecen; han abandonado su primer amor. Y Cristo les dice: “Recuerda por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no , vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de tu lugar, si no te hubieres arrepentido”. Él retirará su Espíritu Santo de la iglesia, y lo dará a otros que lo aprecian. No existe una evidencia mayor de que los que han recibido gran luz no la aprecian, que la que presenta su negativa a permitir que la luz brille sobre los que están en tinieblas, y a dedicar su tiempo y sus energías a la celebración de formas y ceremonias. No se tienen pensamientos de la obra interna, de la necesidad de un corazón puro. La ausencia de armonía con Dios resulta evidente. La luz se oscurece y desaparece, el candelero ha sido quitado. Hay mucho ejercicio de una autoridad de factura humana en aquellos a los cuales Dios no ha dado su sabiduría porque no han sentido la necesidad de la sabiduría celestial. ” (Review and Herald, 16 – Julio – 1895).

2) “Se me ha instruido que diga que estas palabras [las de Apocalipsis 2: 4-5] son aplicables a las iglesias adventistas del séptimo día en su condición presente. Se ha perdido el amor de Dios, y esto significa la ausencia del amor mutuo. El yo, el yo, el yo, es complacido y lucha por la supremacía. ¿Por cuánto tiempo ha de continuar esta condición? A menos que haya una reconversión, habrá pronto una falta tan grande de piedad que las iglesias estarán representadas por la higuera sin fruto. A la iglesia le ha sido concedida gran luz. Ha tenido abundante oportunidad de llevar mucho fruto, pero ha venido el egoísmo a su medio. Y Dios dice: “quitaré tu candelero de tu lugar, si no te arrepientes.” (Review and Herald, 25 – Febrero – 1902)

“De aquellos que se jactan de su luz y sin embargo no andan en ella, Cristo dice: «Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras.  Y tú, Capernaúm [adventistas del séptimo día, que han tenido gran luz], que eres levantada  hasta el cielo [en materia de privilegios], hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy«.-R  & H Agosto 1, 1893.

“La iglesia se encuentra en el estado laodicense.  La presencia de Dios no está en su medio”.-1NL 99 (1898). (Eventos de los últimos días, p. 50  – 51)

Una advertencia final:

Peligros de los postreros días.- “Estamos viviendo en un tiempo muy solemne e importante en la historia de esta tierra.  Nos vemos en medio de los peligros de los postreros días.  Está por sobrecogernos sucesos importantes y terribles. ¡Cuán necesario es que todos los que temen a Dios y aman su ley, se humillen delante de él y se aflijan y lamenten, confesando los pecados que han separado a Dios de su pueblo!  Lo que debe excitar la mayor alarma es que no sentimos ni comprendemos nuestra condición degradada, y que nos contentamos con permanecer como estamos.  Debemos acudir a la Palabra Dios y a la oración, buscando individualmente al Señor con fervor, para encontrarlo.  Debemos hacer de esto nuestro primer quehacer.  (1 JT 333)

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