¿Quiénes son los 144,000 sellados?

Un numero simbólico.-
Respecto a este número se han sostenido dos puntos de vista: (1) que es literario; (2) que es simbólico. Algunos de los que sostienen que es literal, destacan que el cómputo puede hacerse mediante un sistema como el que se empleó para el cálculo de los 5.000 que fueron alimentados milagrosamente, donde sólo se contó a los hombres, pero no a las mujeres ni a los niños (Mat_14:21). Los que sostienen que el número es simbólico, destacan que la visión es claramente simbólica, y que como los otros símbolos no se interpretan literalmente, éste tampoco debe entenderse así. Muchos estudiantes de las Escrituras consideran que doce es un número que tiene significado en la Biblia, sin duda porque hubo 12 tribus en Israel (Exo_24:4; Exo_28:21; Lev_24:5; Núm. 13; 17:2; Jos_4:9; 1Ki_4:7; 1Ki_18:31; Mat_10:1; Rev_12:1; Rev_21:12, Rev_21:14, Rev_21:16, Rev_21:21; Rev_22:2). La multiplicación de 12.000 por 12 (Rev_7:5-8) puede sugerir que el propósito principal de este pasaje no es el de revelar el número preciso de los sellados, sino mostrar la distribución de los sellados entre las tribus del Israel espiritual.


Se mantienen en pie.-
De los 144.000 se dice que podrán “sostenerse en pie” en medio de los terribles acontecimientos descritos en el Rev_6:17 (ver comentario respectivo). Tienen “el sello del Dios vivo” (Rev_7:2) y son protegidos en un tiempo de destrucción universal, como lo fueron los que tenían la marca en la visión de Ezequiel (Eze_9:6). Cuentan con la aprobación del cielo, pues Juan los ve más tarde con el Cordero en el monte de Sión (Rev_14:1). Se declara que son sin engaño y sin mácula (Rev_14:5). Juan los oye cantar un canto que “nadie podía aprender” (Rev_14:3). Se los llama “primicias para Dios y para el Cordero” (Rev_14:4).

Lo que realmente importa.-
Hay diferencias de opinión en cuanto a quiénes de la última generación de los santos constituirán precisamente los 144.000. La falta de una información más definida, como la que se necesita para llegar a conclusiones dogmáticas sobre ciertos puntos, ha llevado a muchos a destacar, no quiénes son los 144.000 sino qué son, es decir, la clase de carácter que Dios espera que posean y la importancia de prepararse para pertenecer a esa multitud intachable. Viene muy al caso el siguiente consejo: “No es su voluntad [la de Dios] que se entabla discusiones por cuestiones que nobles ayudarán espiritualmente, tales como quiénes han de componer los ciento cuarenta y cuatro mil. Esto lo sabrán sin lugar a dudas dentro de poco tiempo los que son elegidos por Dios” (EGW, Material Suplementario com. Rev_14:1-4; cf. PR 141).

Los sellados pertenecen al Israel espiritual.-
Los que insisten en que los 144.000 son judíos literales, sostienen que la aplicación a cristianos que constituyen el Israel espiritual no concuerda con la división en 12 tribus específicas; sin embargo, si hay que tomar literalmente “hijos de Israel”, ¿qué razón se opone para no tomar literalmente también los Rev_7:5-8 y Rev_14:1-5? Además de que los judíos perdieron hace mucho sus distinciones tribales, la probabilidad sumamente remota de que en realidad haya un número igual de redimidos de cada tribu -pero ni uno de Dan-, y el requisito de que todos sean célibes (Rev_14:4), pondría a prueba la credulidad de cualquiera. Sin embargo, si los 144.000 no son judíos literales sino israelitas simbólicos el Israel espiritual, la iglesia cristiana-, entonces las divisiones de las tribus y otros detalles son también figurados, y desaparecen las dificultades.
Debe, pues, entenderse que estos israelitas que son sellados pertenecen al Israel espiritual, la iglesia cristiana (Rom_2:28-29; Rom_9:6-7; Gal_3:28-29; Gal_6:16; cf. Gal_4:28; 1Pe_1:1; ver com. Phi_3:3). El Israel espiritual se representa en el símbolo como dividido en 12 tribus, porque las 12 puertas de la nueva Jerusalén tienen grabados los nombres de las 12 tribus de Israel (Rev_21:12).

Comentarios de Elena G. de White

Rev_7:1-3. (Rev_16:13-16; ver EGW com. Rev_5:11; Eph_4:30). Se está terminando el tiempo de gracia.-
Ya se está levantando reino contra reino. No hay ahora una acción bélica decidida. Los cuatro vientos aún son retenidos hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes. Entonces los poderes de la tierra unirán sus fuerzas para la última gran batalla. ¡Cuán cuidadosamente debiéramos aprovechar el corto período de gracia que nos queda! (RH 27-11-1900).
Precisamente antes de que entráramos en él [el tiempo de angustia], todos recibimos el sello del Dios viviente. Entonces vi que los cuatro ángeles dejaron de retener los cuatro vientos. Y vi hambre, pestilencia y espada, nación se levantó contra nación, y el mundo entero entró en confusión (Day-Star, 14-3-1846).

Todo el mundo está trastornado. Las naciones están airadas y se están haciendo grandes preparativos para la guerra. Una nación está conspirando contra otra y un reino contra otro. Se apresura grandemente el gran día de Dios. Pero aunque las naciones estén reuniendo sus fuerzas para la guerra y el derramamiento de sangre, aún sigue en vigencia la orden dada a los ángeles: que retengan los cuatro vientos hasta que los [980] siervos de Dios sean sellados en sus frentes (RH 28-1-1909).

Rev_7:2-3. (ver EGW com. Rev_13:16-17; Rev_14:9-12).
Ángeles leen la marca.-

¿Qué es el sello del Dios viviente que se coloca en las frentes de los suyos? Es una marca que pueden leer los ángeles, pero no los ojos humanos, pues el ángel destructor debe ver esa marca de redención. La mente inteligente ha visto la señal de la cruz del Calvario en los hijos y las hijas que el Señor ha adoptado. Queda eliminado el pecado de la transgresión de la ley de Dios. Tienen puestos los vestidos de bodas, y son obedientes y fieles a todos los mandatos de Dios (Carta 126, 1898).

(Exo_12:7, Exo_12:12-13; Eze_9:4; Eze_20:12, Eze_20:20.)
La señal que Dios ha establecido.-

Los israelitas colocaron sobre sus puertas una señal de sangre para mostrar que pertenecían a Dios. Los hijos de Dios en este tiempo también llevarán la señal que Dios ha establecido. Se pondrán en armonía con la santa ley de Dios. Se pone una señal sobre cada uno de los hijos de Dios tan ciertamente como fue colocada una marca sobre las puertas de los hogares de los hebreos para librar a ese pueblo de la ruina general. Dios declara:”Les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico” (RH 6-2-1900).

(Exo_31:12-17.) Posesión especial de Dios.-
Cada alma de nuestro mundo es propiedad del Señor por creación y por redención. Cada alma está individualmente a prueba por su vida. ¿Le ha dado a Dios lo que le corresponde? ¿Ha rendido delante de Dios todo lo que es de él porque fue comprada por él? Todos los que creen que el Señor es su porción en esta vida, estarán dirigidos por él y recibirán la señal, la marca de Dios, que muestra que son la posesión especial de Dios. La justicia de Cristo los precederá, y la gloria del Señor será su retaguardia. El Señor protege a cada ser humano que lleva la señal de Dios. [Se cita Exo_31:12-17.]
Este reconocimiento de Dios es del más alto valor para cada ser humano. Todos los que aman al Señor y le sirven son muy preciosos a su vista. El quiere que estén donde sean dignos representantes de la verdad tal como es en Jesús (Carta 77, 1899).

Los rasgos naturales deben ser transformados.-
Cuán pocos tienen en cuenta que el tentador fue una vez un querubín protector, un ser a quien Dios creó para la gloria de su propio nombre. Satanás cayó de su elevada posición por causa de su ensalzamiento egoísta; abusó de la magnífica capacidad con que Dios lo dotó tan ricamente. Cayó por la misma razón por la que miles están cayendo hoy día: debido a la ambición de ser primeros y a la renuencia a estar bajo restricciones. El Señor quiere enseñar al hombre la lección de que aunque esté legalmente unido a la iglesia no está salvado hasta que el sello de Dios sea colocado sobre él…
El Señor tiene una obra para que todos la hagamos; y si la verdad no está arraigada en el corazón, si los rasgos naturales de carácter no son transformados por el Espíritu Santo, nunca podremos ser colaboradores con Jesucristo. El yo aparecerá constantemente y el carácter de Cristo no se manifestará en nuestras vidas (Carta 80, 1898).

Sin mancha ni arruga.-
Se necesitan muchos misioneros en cada rama de la obra de Dios. Nuestras instituciones necesitan hombres consagrados y convertidos que deseen depender del Señor. Por medio de tales obreros Dios revelará el poder de su gracia. Sus siervos deben distinguirse del mundo por el sello del Dios viviente; sus palabras y sus obras deben revelar que son colaboradores con Dios.

Dios puede usar al agente humano sólo en la medida en que éste sea movido por el Espíritu Santo. A los hombres que aceptan cargos de responsabilidad como presidentes, ministros, médicos, u obreros de cualquier clase, me siento obligada a decir[les]: Dios probará a cada hombre que se dedica a servirle. El no pregunta, ¿poseen conocimiento y elocuencia? ¿Tienen capacidad para ordenar, gobernar y dirigir? Pregunta:¿Representarán mi carácter? ¿Caminarán con humildad para que pueda enseñarles mis sendas? El templo del alma no debe ser contaminado con ninguna práctica relajada o inmunda. Aquellos a quienes confesaré en los atrios celestiales deben ser sin mancha ni arruga.
El Señor usará a hombres humildes para que hagan una obra grande y buena. Por medio de ellos presentará ante el mundo las imborrables características de la naturaleza divina (Carta 270, 1907).

(Rev_14:1-3; Rev_22:4; Joh_1:12.)
Es un honor llevar el sello de Dios.-

Los que salgan del mundo para ser diferentes de los del mundo en palabras y obras, los que se den cuenta que es un honor llevar el sello de Dios, recibirán poder para convertirse en hijos de él. El Señor quiere tener hombres de los que pueda depender. Nadie entrará en los atrios de lo alto sin tener el sello de Dios. Los que en esta tierra maldita por el pecado lleven ese sello con santa osadía, considerándolo como un honor, serán reconocidos y honrados por Dios en los atrios de lo alto (Carta 125, 1903).

(Jer_8:20; 1Jo_3:3.) ¿Nos pasará por alto el ángel?-
“Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro”. Todo el que es hijo de Dios recibirá dentro de poco el sello divino. ¡Ojalá sea colocado sobre nuestras frentes! ¿Quién puede soportar el pensamiento de ser pasado por alto cuando el ángel vaya sellando a los siervos de Dios en sus frentes? (RH 28-5-1889).

Pasaporte para la santa ciudad.-
Sólo los que reciban el sello del Dios viviente tendrán el pasaporte para pasar por los portales de la santa ciudad. Pero hay muchos que desempeñan responsabilidades dentro de la obra de Dios sin ser sinceros creyentes, y mientras permanezcan así no pueden recibir el sello del Dios viviente. Confían en su propia justicia, lo cual el Señor tiene como necedad (Carta 164, 1909).

La marca de distinción.-
Los que quieran tener el sello de Dios en sus frentes deben guardar el día de reposo del cuarto mandamiento. Esto es lo que los distingue de los desleales, que han aceptado una institución humana en lugar del verdadero día de reposo. La observancia del día de reposo de Dios es la marca de distinción entre aquel que sirve Dios y el que no le sirve (MS 27, 1899).

Como Cristo en carácter.-
El sello del Dios viviente sólo será colocado sobre los que son semejantes a Cristo en carácter (RH 21-5-1895).

La imagen de Cristo en el alma.-
La cera recibe la impresión del sello, y así también el alma debe recibir la impresión del Espíritu de Dios y conservar la imagen de Cristo (ST 18-7-1911).

El sello y los mandamientos.-
Muchos no recibirán el sello de Dios porque no guardan sus mandamientos ni dan los frutos de justicia (Carta 76, 1900).

Amargo desengaño en el día de Dios.-
La gran masa de llamados cristianos sufrirán un amargo desengaño en el día de Dios. No tienen sobre sus frentes el sello del Dios viviente. Tibios e irresolutos, deshonran a Dios mucho más que los incrédulos declarados. Van a tientas en las tinieblas, cuando podrían estar caminando en la luz meridiana de la Palabra bajo la conducción de Aquel que nunca yerta (Carta 121, 1903).

Rev_7:2-4. Ver EGW com. Rev_14:1-4.

Rev_7:4-17. (Rev_14:1-4; 2Co_3:18). Esforzaos por estar entre los 144.000.-
[Se cita Rev_7:9-17.] Aquellos a quienes el Cordero guiará a las fuentes de aguas vivas y de cuyos ojos borre toda lágrima, serán los que ahora reciban el conocimiento y la comprensión que se revelan en la Biblia, la Palabra de Dios…
No debemos imitar a ningún ser humano. No hay ningún ser humano suficientemente sabio para ser nuestro modelo. Debemos contemplar al Hombre Cristo Jesús, que es completo en la perfección de justicia y santidad. El es el Autor y Consumador de nuestra fe. Es el Hombre modelo. Su vida es la medida de la vida que debemos alcanzar. Su carácter es nuestro modelo. por lo tanto, despejemos nuestra mente de perplejidades y de las dificultades de esta vida y fijémosla en él, para que contemplándolo podamos ser cambiados a su semejanza. Podemos contemplar a Cristo con un buen propósito. Podemos estar seguros mirándolo porque es omnisapiente. Al contemplarlo y al pensar en él, él se formará en nuestro interior, la esperanza de gloria.
Esforcémonos con todo el poder que Dios nos ha dado para estar entre los ciento cuarenta y cuatro mil (RH 9-3-1905).

Rev_7:9. (Rev_3:5; Rev_19:7-9; Joh_12:12-13). Las palmas y los mantos.-
Las palmas significan que han ganado la victoria, y los mantos blancos que han sido revestidos con la justicia de Cristo. Gracias a Dios porque se ha abierto una fuente para lavar los mantos de nuestro carácter y hacerlos tan blancos como la nieve (MS 23, sin fecha).

Rev_7:14. Ver EGW com. Rev_3:18; Rev_19:7-9; Mat_22:11-12.
Rev_7:17. Ver EGW com. Rev_22:1-2; Rom_11:33.


Extraído del Comentario Bíblico Adventista Tomo 7, pág. 979, 981.

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