NO TE CASES


Si no te gusta ceder, no te cases.
Si odias pedir perdón, no te cases.
Si te cuesta perdonar, no te cases.
Si no quiere renunciar a las cosas que te gustan por alguien, no te cases.
Si solo piensas en tu felicidad, no te cases.
Si amas tu independencia y hacer las cosas por tu cuenta, sin consultar a nadie, no te cases.
Si sólo quieres hacer lo que a vos te gusta, no te cases.
Si no sueles asumir errores, no te cases.

El matrimonio nos desafía a moldear nuestro carácter, si deseas vivir sólo para vos, no te cases.
En el matrimonio se vive el uno para el otro, pero muchos se cansan y renuncian, porque sólo buscan su propia felicidad y satisfacción.

Casarse es muy bueno, pero nadie dijo que es fácil.

Si solo buscas tu propia felicidad y satisfacción, te cansarás y renunciarás. Casarse es un gran bendición de Dios, pero el matrimonio demanda sacrificio y responsabilidades muy altas que debes asumir con seriedad.

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