¿Por qué Cristo no vino en el 2031?

Por la misma razón que no llego en otras fechas predichas, nadie sabe el día ni la hora.

No se especule acerca de cuándo vendrá el fin—Dios ha puesto en su propia potestad los tiempos y las sazones. ¿Y por qué no nos ha dado Dios ese conocimiento? Porque si lo hiciera, no lo usaríamos debidamente. Ese conocimiento provocaría entre los hermanos un resultado que retardaría grandemente la obra de Dios de preparar a un pueblo que pueda resistir en el gran día venidero. No hemos de vivir dependiendo de la excitación originada por fechas especiales. No hemos de enfrascarnos en especulaciones en cuanto a los tiempos y las sazones que no ha revelado Dios. Jesús ha dicho a sus discípulos que velen, pero no fijándose en una fecha definida. Sus seguidores han de estar en la posición de los que están atentos a las órdenes de su Capitán. Han de velar, esperar, orar y trabajar a medida que se acercan al tiempo de la venida del Señor, pero nadie podrá predecir precisamente cuándo será ese tiempo, pues “no sabéis el día ni la hora”. No podréis decir que Cristo vendrá dentro de uno, dos o cinco años; tampoco debéis posponer su venida diciendo que quizá no se produzca ni en diez ni en veinte años.—Mensajes Selectos 1:221, 222. 

Dato curioso:
Los que creen en el 2031 están más cerca de volverse terraplanistas. No me crean a mí, investiguen.
Si la venida el Señor se tratara de una fecha que podamos deducir, le creería más al físico que descifró las ecuaciones que Dios puso para el movimiento de los astros en el cielo, Isaac Newton, que lo predijo para el 2060, Newton escribió más de la Biblia que de la ciencia.

Tiempo de actuar

Para los seguidores del 2031 lean el capítulo 27: «Una obra de Reforma» de El Conflicto de los Siglos, y pidan perdón al Señor.