La Mujer de Apoc. 12:17

La mujer de Apocalipsis 12 representa a la iglesia fiel de Dios, y el versículo 17 de este capítulo, que menciona a la «mujer» y a «los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo», es visto como una referencia directa al remanente fiel de la iglesia de Dios en los últimos tiempos.

Apocalipsis 12:17 (Texto):

«Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.»

Interpretación:

  1. La Mujer Representa a la Iglesia de Dios:
    • En la Biblia, una mujer pura a menudo simboliza al pueblo de Dios o a la iglesia. En Apocalipsis 12, la mujer aparece vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza (Apocalipsis 12:1). Esta imagen es interpretada como la iglesia de Dios, pura y luminosa, reflejando la luz de Cristo (el sol), basada en las promesas de Dios (la luna) y adornada con los líderes de la fe (doce estrellas representando a las doce tribus de Israel y los doce apóstoles).
  2. El Dragón y la Persecución:
    • El dragón, identificado como Satanás en Apocalipsis 12:9, representa las fuerzas del mal que se oponen al pueblo de Dios. La ira del dragón contra la mujer refleja la lucha histórica y constante entre el mal y el bien, entre las fuerzas de Satanás y el pueblo fiel de Dios.
  3. El Resto de la Descendencia:
    • Ell «resto de la descendencia de ella» se refiere al remanente final de la iglesia de Dios que será fiel a Él en los últimos días. Este remanente es caracterizado por dos rasgos clave:
      • Guardan los Mandamientos de Dios: Este grupo es identificado por su obediencia a los mandamientos de Dios, incluyendo los Diez Mandamientos. Los adventistas creen que el remanente será identificado por su lealtad a toda la ley de Dios, destacando la observancia del sábado (cuarto mandamiento) como una señal de fidelidad.
      • Tienen el Testimonio de Jesucristo: Esto se interpreta como la posesión del espíritu de profecía, es decir, un entendimiento claro y fiel del testimonio de Jesús y una predicación y enseñanza basadas en las Escrituras (Apocalipsis 19:10: «El testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía»).

Citas Bíblicas de Apoyo:

  1. Isaías 54:5-6: «Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo.»
    • Aquí, Dios se refiere a Israel como su esposa, mostrando cómo en la Biblia, una mujer puede simbolizar al pueblo de Dios.
  2. 2 Corintios 11:2: «Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.»
    • Pablo se refiere a la iglesia como una virgen pura desposada con Cristo, reforzando la idea de la iglesia como la «mujer» en términos de pureza y lealtad.
  3. Apocalipsis 14:12: «Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.»
    • Este versículo refuerza la identidad del remanente como aquellos que guardan los mandamientos y tienen la fe de Jesús, coincidiendo con la descripción en Apocalipsis 12:17.
  4. Apocalipsis 19:10: «Y me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.»
    • Este versículo aclara que el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía, algo que se atribuye al remanente de la iglesia de Dios.

Conclusión:

La mujer de Apocalipsis 12:17 representa a la iglesia de Dios y el remanente final de su pueblo, quienes se caracterizan por guardar los mandamientos de Dios y tener el testimonio de Jesús. Este remanente es fiel a las enseñanzas bíblicas y se opone a la apostasía, manteniéndose firme en su fe y obediencia a Dios, especialmente en los últimos días antes de la segunda venida de Cristo.

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