Enemigos de Israel, ayer y hoy

El Salmo 83:6-8 menciona a varias naciones y grupos que se unieron contra Israel en tiempos antiguos. Este pasaje es un clamor de Asaf, quien pide a Dios que intervenga contra las naciones que conspiran para destruir a Israel. El texto dice:

“Las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas, Moab y los agarenos, Gebal, Amón y Amalec, los filisteos con los habitantes de Tiro; también el asirio se ha juntado con ellos; sirven de brazo a los hijos de Lot. Selah.” (Salmos 83:6-8, RVR1960).

Identificación histórica

Estos pueblos eran vecinos de Israel en el antiguo Medio Oriente. A continuación, una breve descripción de cada uno y su posible correspondencia con las regiones actuales:

  1. Edomitas: Descendientes de Esaú, habitaban al sur de Judá, en la región conocida como Edom (actualmente parte de Jordania, específicamente el área de Petra).
  2. Ismaelitas: Descendientes de Ismael, hijo de Abraham. Este grupo puede asociarse con las tribus árabes del desierto, extendiéndose por la península arábiga.
  3. Moab: Nación ubicada al este del Mar Muerto, en lo que hoy es también parte de Jordania.
  4. Agarenos: Relacionados con Agar, la sierva de Sara y madre de Ismael. Algunos identifican a los agarenos como tribus árabes asociadas con los ismaelitas, posiblemente en áreas al noreste de Jordania o Arabia Saudita.
  5. Gebal: Una región o ciudad fenicia, probablemente Biblos, ubicada en el actual Líbano.
  6. Amón: Ubicados al norte de Moab, en lo que hoy es el norte de Jordania, cerca de la actual Ammán.
  7. Amalec: Un pueblo nómada del desierto del Negev, en la región del sur de Israel y partes del Sinaí.
  8. Filisteos: Habitaban la costa sudoeste de Israel, en lo que hoy es la Franja de Gaza.
  9. Tiro: Una ciudad-estado fenicia, ubicada en el actual Líbano.
  10. Asiria: Un poderoso imperio al noreste de Israel, que corresponde a regiones de la actual Irak, Siria y Turquía.

Correspondencia moderna

Aunque no hay una equivalencia directa entre los pueblos bíblicos y las naciones modernas debido a cambios históricos, culturales y demográficos, las áreas geográficas asociadas con estas naciones nos llevan a las regiones de Jordania, Líbano, Siria, Irak, Arabia Saudita, Israel y la Franja de Gaza.

Perspectiva profética

Desde una perspectiva adventista, el Salmo 83 no es considerado un pasaje directamente profético sobre los eventos de los últimos días. Más bien, es un salmo imprecatorio (de súplica y juicio), que refleja los conflictos históricos de Israel con sus vecinos. Sin embargo, sí podemos ver una aplicación más amplia: la oposición histórica contra el pueblo de Dios es un modelo de la batalla espiritual que culminará en los últimos días con la oposición a los seguidores de Cristo.

Elena G. White nos recuerda que:

“La historia de las naciones nos habla hoy. A cada nación y a cada individuo Dios ha asignado un lugar en su gran plan. Hoy los hombres y las naciones están siendo puestos a prueba por la plomada en la mano de Aquel que no yerra. Todos están decidiendo su destino eterno…” (La educación, p. 178).

También comenta que los enemigos de Israel en tiempos bíblicos simbolizan las fuerzas que, en cada época, se oponen al pueblo de Dios y sus principios (PP, pp. 457-458).

Este texto nos llama a reconocer que los conflictos históricos reflejan las realidades espirituales en nuestra relación con Dios y con las naciones del mundo.

La desobediencia de Israel y sus consecuencias a través de los siglos

La Biblia menciona varias ocasiones en las que Dios ordenó a Israel destruir a ciertas naciones, advirtiendo que si no lo hacían, estas serían «espinas» o «tropezaderos» para ellos. Estas naciones no solo representarían una amenaza militar, sino que también influirían espiritualmente al pueblo de Israel hacia la idolatría y la desobediencia. Vamos a analizar el contexto histórico y su significado bíblico.

Versículos clave

  1. Números 33:55:
    «Pero si no echáis a los moradores del país de delante de vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos y por espinas en vuestros costados, y os afligirán en la tierra en que vosotros habitaréis.»
    • Este texto es parte de la instrucción de Dios a los israelitas antes de entrar a la tierra prometida. Dios les ordena expulsar completamente a los cananeos y otros pueblos, advirtiendo que su presencia sería una influencia negativa.
  2. Deuteronomio 7:1-2:
    «Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra a la cual vas a entrar para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones —al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú— y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia.»
  3. Josué 23:13:
    «Sabed que Jehová vuestro Dios no arrojará más a estas naciones delante de vosotros; sino que os serán por lazo, por tropiezo, por azote para vuestros costados y por espinas para vuestros ojos, hasta que perezcáis de esta buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado.»

Contexto histórico

Estas advertencias fueron dadas en el contexto de la conquista de Canaán. Dios había prometido a Abraham y su descendencia la tierra de Canaán (Génesis 15:18-21), pero la ocupación de esta tierra implicaba desalojar a los habitantes paganos. Estas naciones practicaban idolatría, sacrificios humanos y otros pecados graves (Levítico 18:24-25), lo que las hacía moralmente condenadas ante Dios.

Sin embargo, Israel falló en cumplir completamente estas instrucciones:

  • Jueces 1:27-33 narra cómo varias tribus de Israel no expulsaron completamente a los habitantes de Canaán. En lugar de destruirlos, los hicieron tributarios o convivieron con ellos.
  • Como consecuencia, las influencias idólatras de estas naciones llevaron a Israel a apartarse de Dios, iniciando un ciclo de apostasía y opresión descrito en el libro de los Jueces.

Implicaciones espirituales

El «no destruir» a estas naciones simboliza la tolerancia al pecado y la falta de separación de la idolatría. En el Nuevo Testamento, este principio tiene un enfoque espiritual: los creyentes deben «despojarse del viejo hombre» (Colosenses 3:9-10) y no hacer alianzas con el mundo que los aparten de Dios (2 Corintios 6:14-18).

Naciones actuales y guerra contra Israel

En un contexto moderno, identificar a las naciones específicas mencionadas en la Biblia con entidades actuales es complicado. Es importante recordar que la promesa y las advertencias de Dios a Israel tienen un cumplimiento histórico y espiritual:

  1. Histórico: Las naciones mencionadas (heteos, amorreos, cananeos, etc.) ya no existen como entidades políticas, pero sus influencias culturales y espirituales perduraron en la idolatría y la apostasía que afectaron a Israel.
  2. Espiritual: Desde la perspectiva adventista, las «guerras» de Israel son paralelas a la lucha espiritual del pueblo de Dios (Efesios 6:12). Las «naciones» que hacen guerra contra el Israel espiritual (la iglesia) son símbolos de poderes que se oponen a Dios y a su pueblo, como Babilonia espiritual (Apocalipsis 17:5).

Conclusión

Las advertencias dadas a Israel sobre las naciones paganas son lecciones eternas para el pueblo de Dios. La falta de obediencia llevó a consecuencias graves para Israel, tanto en lo militar como en lo espiritual. Para el Israel espiritual de hoy, estas enseñanzas subrayan la necesidad de una separación clara del pecado y una fidelidad total a Dios.

Elena G. White comenta en Patriarcas y Profetas:
«El fracaso de Israel en expulsar completamente a los cananeos enseñó una lección solemne: cualquier concesión al pecado y a la idolatría llevará inevitablemente al alejamiento de Dios.» (Capítulo 45).

Esto también nos advierte sobre nuestra necesidad de evitar compromisos con el mundo que puedan debilitar nuestra relación con Dios.

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