John Launder: mártir de la fe

John Launder (c. 1530 – 23 de julio de 1555)

“Un labrador de Godstone cuyo testimonio encendió la llama de la Reforma en la campiña de Sussex”

AspectoDetalles
Contexto político‑religiosoBajo la reina María I (1553‑1558) Inglaterra volvió brevemente al catolicismo romano. Entre 1555‑1558 al menos 2 8 4 protestantes fueron quemados por herejía; 88 procedían de Sussex.steyningmuseum.org.uk
Origen y oficioJohn Launder era husbandman (pequeño agricultor) de Godstone, Surrey. Había nacido hacia 1530, poco antes de la ruptura de Enrique VIII con Roma.steyningmuseum.org.uk
DetenciónEn octubre 1554 viajó a Brighthelmstone (hoy Brighton) por asuntos familiares. Participó en un culto doméstico en inglés en la casa del cervecero Dirick Carver. El sheriff Edward Gage irrumpió, arrestó a Carver, Launder y otros, y los envió a la prisión de Newgate (Londres).sussexmartyrs.co.uk
Cargos teológicosAnte el obispo Edmund Bonner, Launder confesó: 1) solo hay dos sacramentos válidos (bautismo y Cena del Señor); 2) la misa es “abominable” y la doctrina de la transubstanciación carece de fundamento bíblico; 3) la confesión debe hacerse a Dios, no a un sacerdote.steyningmuseum.org.uk
CondenaEl 10 de junio 1555, tras reafirmar su fe, fue entregado al brazo secular.steyningmuseum.org.uk
Ejecución22 julio 1555 – Carver es quemado en Lewes
23 julio 1555 – Launder es trasladado a Steyning y quemado en Chantry Green, cerca de la iglesia parroquial.steyningmuseum.org.uk
Foxe resume: “El día siguiente a Carver fue quemado John Launder, husbandman, a la edad de 25 años, at Stening.”Biblioteca Clásica Cristiana Ethereal
MemorialUna placa erigida por el Sussex Martyrs Commemoration Council junto al museo y la biblioteca de Steyning recuerda:
“Cerca de este lugar en Chantry Green, John Launder fue quemado en la hoguera el 23 de julio de 1555 por negarse a renunciar a sus creencias protestantes”.
sussexmartyrs.co.uk
Testimonios contemporáneosEl preso Robert Smith escribió a su esposa: “También han sido condenados este lunes Dirick Carver, Thomas Iveson y John Launder… Ora para que Dios tenga misericordia de su pueblo.”steyningmuseum.org.uk
Significado histórico1) Ejemplo de la “obediencia a la sola Palabra” frente a la autoridad eclesiástica.
2) Su ejecución, al día siguiente de Carver, pretendía sofocar la predicación evangélica en la costa sur; el efecto fue contrario: Steyning es hoy punto de peregrinación reformada.
3) El relato detallado de Foxe contribuyó a consolidar la memoria de los “mártires marianos”, fortaleciendo la identidad protestante inglesa. |

Valor teológico y legado

  • Fidelidad doctrinal Launder sostuvo las tres grandes Solas: Sola Scriptura (autoridad bíblica sobre tradiciones), Sola Fide (fe personal sin mediación sacerdotal) y Solus Christus (Cristo como único intercesor).
  • Modelo de laicado comprometido No era clérigo ni erudito; su martirio muestra cómo la Reforma movilizó a laicos a defender su fe con la vida.
  • Eco en la misión Los predicadores wesleyanos del s. XVIII y los “sussex martyrs” del s. XIX usaron su historia para avivar el celo evangelístico en la región.

Cómo conmemorarlo hoy (23 de julio)

  1. Lectura: Juan 15:18‑20; Ap 2:10 – Jesús anuncia persecución y promete la corona de la vida.
  2. Himno recomendado: “Castillo Fuerte” (Lutero) o “Firmes y adelante” para reafirmar la valentía en la verdad.
  3. Acto práctico: Visitar (o virtualmente recorrer) el memorial de Steyning; compartir folletos bíblicos en la comunidad, recordando que Launder murió por permitir que la Palabra fuese leída en inglés.
  4. Oración: Interceder por la libertad religiosa y por creyentes perseguidos hoy (Heb 13:3).

Así, la vida de John Launder sigue inflamando corazones para guardar la fe “una vez dada a los santos” (Jud 3) y proclamar el Evangelio sin temor, aun cuando cueste todo.


A continuación se comparte la referencia histórica de este evento:

El martirio de John Launder en Steyning (Sussex) durante el reinado de María I

El caso de John Launder ejemplifica la persecución religiosa desatada contra los protestantes bajo el reinado de María I de Inglaterra (1553-1558). Launder, un joven campesino inglés adepto al evangelio reformado, fue quemado en la hoguera el 23 de julio de 1555 en Steyning, Sussex, por negarse a renunciar a su fe protestantesteyningmuseum.org.uk. Este informe explora en detalle su martirio –fecha, lugar, circunstancias e implicados–, situándolo en el contexto histórico-religioso de las llamadas persecuciones marianas. Asimismo, se analiza el papel de los tribunales eclesiásticos (la llamada “Inquisición” inglesa) en los juicios por herejía y la importancia simbólica de este caso en la historia del protestantismo inglés. Se incluyen referencias a fuentes de la época, como la célebre crónica de John Foxe, para respaldar el relato.

Contexto histórico: el reinado de María I y las persecuciones marianas

Tras la muerte de Eduardo VI, la princesa María Tudor –hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón– accedió al trono en 1553 con la determinación de restaurar el catolicismo en Inglaterra. Durante los reinados anteriores, la Reforma protestante había avanzado (Enrique VIII rompió con Roma en 1534 y Eduardo VI profundizó cambios doctrinales), por lo que María I se propuso revertir esa situación estableciendo de nuevo la autoridad del Papa y la misa católicasteyningmuseum.org.uk. En noviembre de 1554, con apoyo del cardenal Reginald Pole, la reina reincorporó a Inglaterra al seno de la Iglesia de Roma y reactivó las antiguas leyes contra la herejíamujeresenlahistoria.com. Estas leyes, originalmente promulgadas en la Baja Edad Media y abolidas bajo Enrique VIII y Eduardo VI, volvían a estar vigentes para castigar la desviación protestantees.wikipedia.org.

A comienzos de 1555 iniciaron las ejecuciones de protestantes por motivos religiosos, inaugurando lo que la historiografía denomina las persecuciones marianas. Las primeras víctimas, como John Rogers, Rowland Taylor o John Hooper, fueron quemadas en la hoguera en febrero de 1555es.wikipedia.org. La propia reina autorizó sin titubeos la aplicación rigurosa de los castigos, incluso contra altos clérigos: por ejemplo, el arzobispo Thomas Cranmer, aunque llegó a retractarse de sus creencias protestantes, fue igualmente ejecutado en 1556, negándole el perdón que legalmente le hubiera correspondido por haberse arrepentidoes.wikipedia.org. En total se estima que alrededor de 280 personas murieron en la hoguera durante el breve gobierno de María I. El erudito protestante John Foxe contabilizó exactamente 284 mártires ejecutados por orden de la reina, cifra que la historia protestante ha destacado para justificar el sobrenombre de “María la Sanguinaria” (Bloody Mary) con el que sería recordadamujeresenlahistoria.commujeresenlahistoria.com. Las víctimas de estas represiones fueron veneradas como mártires por la comunidad protestante, y el fervor con que María persiguió la herejía terminó alimentando un fuerte sentimiento anticateólico y antiespañol en Inglaterraes.wikipedia.org. Cabe señalar que unos 800 protestantes acomodados —entre ellos el propio John Foxe— optaron por huir al exilio en el continente europeo antes que renunciar a su fe o enfrentarse a la hoguera en Inglaterraes.wikipedia.org.

María I, devota católica y esposa del príncipe español Felipe (futuro Felipe II), contaba con la guía de eclesiásticos conservadores como el obispo Stephen Gardiner (Lord Canciller) y luego el cardenal Pole para llevar a cabo su política religiosa. Con su apoyo, la corona empleó tribunales eclesiásticos para procesar a los sospechosos de herejía. No existía en Inglaterra una institución formal idéntica a la Inquisición española; sin embargo, en la práctica la Iglesia y el Estado colaboraron estrechamente para reprimir el protestantismo. El Parlamento reinstauró la figura legal del writ de heretico comburendo, permitiendo que los obispos juzgaran herejes y luego solicitaran al poder civil su ejecucióndhi.ac.ukdhi.ac.uk. Quienes se negaban a abjurar de la fe reformada —incluso tras amenazas o torturas— eran declarados herejes por las cortes eclesiásticas, excomulgados y entregados a la autoridad secular para ser quemados vivos en la hoguerasteyningmuseum.org.uk. Este procedimiento, habitual en Europa contra los disidentes religiosos, fue aplicado con rigor bajo María. En Londres, el obispo Edmund Bonner presidió numerosos juicios de herejía, mientras que en las provincias otros prelados (o comisiones especiales) hacían lo propio. En el caso de Sussex, donde ocurrieron muchos martirios, la diócesis de Chichester se hallaba temporalmente sin obispo, por lo que los acusados de esa región fueron enviados ante Bonner, obispo de Londres, para ser interrogados y sentenciadosdhi.ac.ukdhi.ac.uk. Tras la condena eclesiástica, la Corona emitía órdenes escritas (writs) a los sheriffs locales para que ejecutaran las sentencias. Por ejemplo, registros de la época indican que el 12 de junio de 1555 el Consejo Privado instruyó al marqués de Winchester (tesorero real) enviar el mandato de ejecución al alguacil de Sussex para quemar a los herejes condenados de ese condadodhi.ac.uk.

La severidad de esta “inquisición” inglesa sorprendió incluso a algunos observadores católicos contemporáneos. El confesor español de Felipe II, fray Alfonso de Castro, llegó a condenar públicamente la crueldad de las hogueras marianas, y el embajador imperial Simón Renard advirtió a María que tanta “ejecución cruel” podía provocar disturbioses.wikipedia.org. Pese a todo, la reina perseveró en su política represiva hasta su fallecimiento en 1558. Paradójicamente, a la postre estas persecuciones no lograron destruir el protestantismo inglés; más bien dieron nuevos héroes mártires a la causa reformada, cuya memoria sería exaltada durante el reinado siguiente de Isabel I. De hecho, bajo Isabel la situación se invirtió y fueron ahora los católicos quienes sufrieron persecución (aunque mediante métodos distintos), lo que evidencia que la intolerancia religiosa era un rasgo de la época más que de una sola soberanasteyningmuseum.org.uk.

Arresto y proceso de John Launder (1554-1555)

John Launder era un humilde arrendatario rural (husbandman) originario de Godstone, en el condado de Surreysteyningmuseum.org.uk. Nacido hacia 1530, creció durante el tumultuoso período de la Reforma inglesa: era apenas un niño cuando Enrique VIII rompió con la Iglesia católica, y alcanzó la juventud bajo el breve pero protestante reinado de Eduardo VIsteyningmuseum.org.uk. Firme en sus convicciones evangélicas, Launder defendía la lectura de las Escrituras y la práctica religiosa en lengua vernácula, en oposición a los dogmas católicos. En octubre de 1554, con 25 años de edad, viajó por asuntos de negocios familiares a Brighton (entonces llamada Brighthelmstone) en Sussexsteyningmuseum.org.uk. Por esas fechas, Inglaterra había vuelto oficialmente al catolicismo bajo María I, de modo que los cultos protestantes eran clandestinos y estaban prohibidos. Aun así, John Launder aprovechó su estadía para reunirse con correligionarios: asistió a un encuentro de oración en la casa de Dirick Carver, un cervecero de origen flamenco residente en Brighton y conocido simpatizante reformistasteyningmuseum.org.uk. En aquella reunión privada se leyó el Evangelio y se celebró un oficio religioso en inglés, algo terminantemente vedado por las autoridades católicas de la épocasteyningmuseum.org.uk.

La conventícula protestante de Brighton fue descubierta y abruptamente interrumpida por las autoridades. El alguacil (sheriff) de Sussex, Sir Edward Gage, al frente de varios hombres armados, irrumpió en la casa de Carver y arrestó a todos los presentes a finales de octubre de 1554dhi.ac.uk. Entre los detenidos estaban Dirick Carver, John Launder, Thomas Iveson (también llamado Everson) y William Veisy, quienes fueron acusados de participar en un culto herético secretodhi.ac.ukdhi.ac.uk. Inicialmente los prisioneros fueron llevados ante las autoridades locales y, tras un primer interrogatorio, puestos bajo custodia. El caso revestía gravedad a ojos del régimen mariano, así que los sospechosos fueron enviados a Londres, a la temida prisión de Newgate, para esperar allí un juicio formal por herejía ante un tribunal eclesiástico de mayor rangosteyningmuseum.org.uk.

Pasaron varios meses encarcelados antes de su comparecencia final. La responsabilidad de juzgar a los acusados de Sussex recaía técnicamente en el obispo de Chichester; sin embargo, dicho puesto estaba vacante en ese momento, por lo que los expedientes se transfirieron a la diócesis de Londresdhi.ac.uk. Así, John Launder y Dirick Carver terminaron bajo la jurisdicción del influyente obispo Edmund Bonner, célebre por su celo en perseguir la herejía. Bonner recibió en junio de 1555 una carta del marqués de Winchester (William Paulet, Lord Tesorero) informándole de la situación de “ciertos prisioneros venidos de Sussex” y apremiándolo a proceder con su interrogatoriodhi.ac.ukdhi.ac.uk. En cumplimiento de ello, el 8 de junio de 1555 Launder y Carver fueron llevados desde Newgate hasta la residencia episcopal de Bonner en Londres para ser examinados oficialmentedhi.ac.uk.

Durante las audiencias ante el obispo Bonner, John Launder confesó sin tapujos su participación en el servicio religioso ilegal en casa de Carver y, además, afirmó una serie de creencias que a ojos de la Iglesia católica constituían herejía. En particular, declaró su rechazo al dogma de la transubstanciación, asegurando que el pan y el vino de la misa no se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo, sino que permanecen pan y vino utilizados simbólicamente en memoria de la Pasión de Jesússteyningmuseum.org.uk. Igualmente, afirmó que la misa católica tal como se celebraba era “abominable” y contraria a la Palabra de Dios, sin ningún valor espiritual verdaderosteyningmuseum.org.uk. Launder negó la necesidad de la confesión auricular ante un sacerdote, sosteniendo que cada creyente debía confesar sus pecados solo ante Dios, ya que ningún clérigo tenía potestad para absolverlossteyningmuseum.org.uk. Estas declaraciones –extraídas de la propia confesión escrita que firmó de puño y letra– pintaban a John Launder como un convencido protestante de línea evangélica, al igual que Carver. Ambos jóvenes ratificaron por escrito su profesión de fe reformada.

El obispo Bonner, tras escuchar sus confesiones, les planteó adicionalmente una lista de artículos doctrinales con el fin de sondear más a fondo sus convicciones (probablemente cuestiones sobre la autoridad papal, los sacramentos, etc.). Los acusados respondieron bajo juramento a cada punto, remitiéndose en lo esencial a lo que ya habían confesado por escritodhi.ac.ukdhi.ac.uk. Bonner, deseando salvar sus almas (y evitar la pena capital), los exhortó larga y tendidamente a que reconsiderasen su postura. Sin embargo, tras estas “persuasiones caritativas”, llegó la pregunta decisiva: ¿se mantendrían firmes en sus respuestas de fe, aun sabiendo las consecuencias?. Tanto Launder como Carver respondieron que sí. John Launder, con determinación inquebrantable, declaró: «Nunca me apartaré de estas respuestas mientras viva»dhi.ac.uk. Ante tal obstinación, Bonner dio por terminada la sesión del 8 de junio advirtiéndoles que se presentaran nuevamente días después, esperando quizá que la reflexión o el temor les hiciesen retractarse.

Diez días más tarde, el 10 de junio de 1555, tuvo lugar la vista definitiva del caso en el tribunal consistorial de la catedral de San Pablo en Londresdhi.ac.uk. Allí comparecieron John Launder y Dirick Carver por segunda vez ante Bonner y otros oficiales eclesiásticos. Lejos de abjurar, los dos reafirmaron solemnemente la validez de sus anteriores confesiones y la constancia de su fe protestantesteyningmuseum.org.uk. Esta firmeza selló su destino: el tribunal eclesiástico los declaró herejes impenitentes y dictó sentencia de excomunión y entrega al brazo secular. Según el procedimiento estándar, Bonner preparó el informe para las autoridades civiles (el Significavit al Lord Canciller) comunicando que, al no haber logrado reconducir a aquellos hombres al seno de la Iglesia, quedaban en manos del Estado para la ejecución de la pena máximadhi.ac.ukdhi.ac.uk. Después de meses de calabozo y múltiples oportunidades de retractación, John Launder no había cedido; sus palabras ante el tribunal evidenciaban que prefería morir antes que renegar de sus convicciones evangélicas. Bonner entonces los relajó al poder secular, despachándose las órdenes pertinentes para que fuesen ajusticiados mediante fuego.

Ejecución en la hoguera en Steyning (23 de julio de 1555)

Una vez condenados, las autoridades civiles se encargaron de hacer cumplir la sentencia ejemplarizante. John Launder y sus compañeros de causa serían trasladados de regreso a Sussex para morir en sus lugares de origen o donde el escarmiento tuviera mayor efecto. El primero en ser ejecutado fue Dirick Carver, quien era muy conocido en Brighton; se dispuso que fuera quemado públicamente en la ciudad de Lewes (Sussex Oriental), el 22 de julio de 1555dhi.ac.ukdhi.ac.uk. Carver fue atado a un poste y encendido el fuego ante la multitud. Según relatos, en una macabra burla a su oficio de cervecero, le hicieron subir a un tonel (barrica) para ser quemado allí, como si él mismo fuera parte de la leña ardientebanneroftruth.org. Al día siguiente –23 de julio de 1555– llegó el turno de John Launder. Las autoridades decidieron ajusticiarlo en Steyning, un pequeño pueblo de West Sussex, aunque Launder no era vecino del lugar. Se cree que escogieron Steyning deliberadamente por su proximidad a la zona, pero también por ser un enclave donde querían infundir temor a eventuales simpatizantes de la Reformasteyningmuseum.org.uk. La ejecución tuvo lugar en Chantry Green, una explanada junto a la iglesia parroquial de St. Andrew & St. Cuthman. Allí, frente a los vecinos reunidos, John Launder fue quemado vivo en la hoguera por orden de la reina y de conformidad con la sentencia de herejíasteyningmuseum.org.uk.

Aquella jornada trágica quedó grabada en la historia local. De hecho, la quema de John Launder el 23 de julio de 1555 es recordada como “uno de los días más oscuros” en los anales de Steyningsteyningmuseum.org.uk. La crueldad del suplicio y el carácter público del castigo tenían un propósito claro: atemorizar y silenciar a cualquier habitante de la comarca que albergase ideas protestantessteyningmuseum.org.uk. Con el fuego purificador, las autoridades buscaban no solo castigar al hereje, sino también enviar un potente mensaje de disuasión. Cabe señalar que otro compañero arrestado en 1554 junto a Launder, el carpintero Thomas Iveson, también sufrió martirio en Sussex ese mismo mes: fue quemado en la ciudad de Chichester, presumiblemente unos días después, en julio de 1555en.wikipedia.org. De los apresados en la reunión de Brighton, solo William Veisy salvaría la vida al no haber constancia de su ejecución; es posible que obtuviera su libertad tras abjurar o que muriera en prisión.

La ejecución de John Launder en Steyning fue una de las 88 ejecuciones por herejía llevadas a cabo en el condado de Sussex durante el reinado de María Isteyningmuseum.org.uk. Este territorio sureño destacó tristemente por aportar un alto número de mártires –más de cualquier otro condado inglés–, lo que indica tanto la actividad de las autoridades locales en perseguir disidentes, como la difusión del protestantismo en la región. En Steyning, la repercusión inmediata del suplicio de Launder debió de ser el terror y la consternación entre la población. Sin embargo, su nombre no cayó en el olvido. Los relatos de testigos y las crónicas pronto circularon, incorporando a John Launder en la incipiente lista de héroes de la fe reformada que habían preferido la muerte antes que la apostasía.

Importancia histórica y legado del caso de John Launder

El martirio de John Launder, aunque ocurrido en una localidad modesta y con un protagonista que no era figura pública, cobró significado simbólico dentro de la historia del protestantismo inglés. Su caso ejemplifica el perfil de muchos de los llamados mártires marianos: creyentes comunes –en este caso, un joven agricultor– que, inspirados por la lectura personal de la Biblia y las ideas de la Reforma, se enfrentaron al poder establecido en defensa de su conciencia religiosa. Launder no era un teólogo famoso ni un líder eclesiástico, sino un laico cuya firmeza doctrinal sorprendió incluso a sus juzgadores. Al sostener bajo juramento principios como la negación de la transubstanciación y la supremacía de la Escritura por encima de la misa romana, demostró cómo la teología protestante había arraigado hasta en los estratos humildes de la sociedad inglesa. Su inmolación pública evidenció asimismo la disposición de las autoridades católicas a hacer escarmiento in terrorem contra cualquier desafío, por pequeño que fuera, a la ortodoxia restaurada por María Tudor.

La importancia histórica de casos como el de John Launder reside en que alimentaron el relato de la era de persecución que la generación protestante posterior no olvidaría. De hecho, durante el reinado de Isabel I (1558-1603), la memoria de los mártires de María I se convirtió en una poderosa herramienta de construcción de la identidad protestante nacional. La gran crónica recopilada por John Foxe, titulada Actes and Monuments (1563) y conocida popularmente como el Libro de los Mártires, incluyó la historia de John Launder entre cientos de testimonios de fe y sufrimiento. Foxe registró detalladamente el caso: narró el arresto en la casa de Carver, la comparecencia ante el obispo Bonner, las declaraciones de Launder y su ejecución. En sus páginas, describió cómo “el día 22 de julio de 1555 fue quemado en Lewes uno Dirick Carver… Y al día siguiente, en Steyning, dentro del mismo condado, John Launder, quien sufrió el martirio por el testimonio del Evangelio de Cristo”dhi.ac.uk. También preservó para la posteridad las valientes palabras de Launder ante el tribunal –“I will never go from these answers so long as I live” («Nunca abandonaré estas respuestas mientras viva»)– como muestra de su constancia inalterabledhi.ac.uk. La obra de Foxe tuvo un impacto enorme: difundió por toda Inglaterra las historias de estos mártires, canonizándolos en la memoria colectiva protestante y fijando la reputación de María I como una tirana sanguinaria.

El legado de John Launder puede medirse tanto en el plano historiográfico como en el conmemorativo. Historiográficamente, su caso contribuyó a cimentar la narrativa de que la Iglesia de Inglaterra había sido regada con la sangre de los mártires durante el intento de Contrarreforma de María Tudor. Autores y predicadores protestantes de los siglos XVI y XVII evocaron ejemplos como el suyo para exhortar a la fidelidad doctrinal y la resistencia a la opresión religiosa. En cuanto al recuerdo tangible, John Launder es hoy parte del patrimonio memorial de Sussex. En Steyning, cerca de la biblioteca municipal y del museo, se erige una placa conmemorativa justo en las cercanías de Chantry Green, el sitio de su ejecuciónsteyningmuseum.org.uk. Este memorial, inaugurado en 1997 por el Consejo Conmemorativo de los Mártires de Sussex, lleva inscrito: “Near this spot on Chantry Green John Launder was burned at the stake 23rd July 1555 for refusing to renounce his Protestant beliefs during the reign of Queen Mary”sussexmartyrs.co.uk. En español: «Cerca de este lugar en Chantry Green, John Launder fue quemado en la hoguera el 23 de julio de 1555 por negarse a renunciar a sus creencias protestantes durante el reinado de la reina María». De este modo, más de cuatro siglos después, la comunidad local reconoce a Launder como mártir de la libertad de conciencia y mártir de la fe evangélica.

En suma, el martirio de John Launder en Steyning encapsula la tensión religiosa extrema de la Inglaterra del siglo XVI. Su relato detallado –desde la infracción clandestina de oír el Evangelio en inglés, pasando por el juicio inquisitorial ante Bonner, hasta la atroz muerte en la hoguera– nos ilustra vívidamente las realidades de las persecuciones marianas. El contexto del reinado de María I enmarca estos sucesos en una política decidida de restauración católica a cualquier costo, utilizando los tribunales de la fe y el terror del fuego para imponer la ortodoxia. Sin embargo, lejos de extinguir la llama protestante, sacrificios como el de John Launder acabaron avivando el movimiento reformado inglés, dándole héroes cuya memoria perdura. Como tantos otros mártires protestantes documentados por Foxe, John Launder pasó de ser una víctima anónima de la represión a un símbolo perdurable de resistencia espiritual, cuyo testimonio continúa inspirando reflexiones sobre la tolerancia religiosa y la convicción personal en la historia inglesamujeresenlahistoria.comes.wikipedia.org.

Referencias bibliográficas:

Sussex Martyrs Commemoration Council: History of the Memorials – Steyningsussexmartyrs.co.uk. (Inscripción conmemorativa de John Launder)

Foxe, John. Actes and Monuments (1563). Ed. TAMO (The Acts and Monuments Online), 1583 Edition. [Consulta de registros sobre Dirick Carver y John Launder]dhi.ac.ukdhi.ac.uk.

Thompson, Doug. “John Launder – The Steyning Martyr.” Steyning Museum Trust (2020)steyningmuseum.org.uksteyningmuseum.org.uk.

Wikipedia (esp): “María I de Inglaterra – Política religiosa”es.wikipedia.orges.wikipedia.org; “Anexo: Mártires protestantes de la reforma anglicana”en.wikipedia.org.

Mujeres en la Historia: “La reina sanguinaria, María Tudor (1516-1558)” (artículo web, 2013)mujeresenlahistoria.commujeresenlahistoria.com.

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