Comparan a Donald Trump con: Constantino «El Grande»

Arzobispo Ortodoxo compara a Donald Trump con Constantino el Grande durante celebración del Día de la Independencia de Grecia en la Casa Blanca

Washington D.C., 24 de marzo de 2025 — En una ceremonia conmemorativa celebrada en la Casa Blanca por el Día de la Independencia de Grecia, el arzobispo Elpidophoros de América sorprendió a la audiencia al comparar al presidente Donald Trump con el emperador romano Constantino el Grande, figura clave en la historia del cristianismo ortodoxo. El evento, que reunió a líderes religiosos, miembros de la diáspora greco-estadounidense y funcionarios del gobierno, destacó los vínculos históricos y culturales entre Grecia y Estados Unidos.

Comentario profético: La comparación entre Trump y Constantino no es meramente retórica; encierra un simbolismo de profundo significado profético. Constantino fue el primer emperador que unió el poder civil con el religioso, y fue precisamente durante su reinado cuando se promulgó la primera ley dominical en el año 321 d.C., obligando al descanso en el «venerable día del Sol». Esta unión entre Iglesia y Estado fue la antesala de la apostasía profetizada en 2 Tesalonicenses 2:3-4. Elena G. White advierte que en los últimos días se repetirá este patrón: “La imposición de la observancia del domingo como día de reposo se opone directamente a la ley de Dios” (El Conflicto de los Siglos, p. 627).

La celebración, también conocida como la Revolución Griega, rememora el inicio de la lucha por la independencia griega del Imperio Otomano en 1821. Desde hace años, la Casa Blanca conmemora esta fecha como símbolo del legado compartido de libertad y democracia entre ambas naciones.

De pie junto a Trump, Elpidophoros pronunció un encendido discurso donde afirmó:

“Con su liderazgo, usted encarna los valores de nuestra fe cristiana y el amor por el Evangelio. Me recuerda al gran emperador romano Constantino el Grande, quien fundó y construyó la magnífica ciudad de Constantinopla, mi ciudad natal.”

Comentario profético: Esta retórica sugiere un movimiento creciente hacia la exaltación de líderes políticos como defensores del «cristianismo tradicional». La profecía advierte que, bajo la apariencia de promover la fe y la moral, se buscará imponer leyes religiosas a través del poder estatal, lo que terminará en la imposición del domingo como día obligatorio de adoración. Elena G. White señala: “Cuando el protestantismo extienda la mano a través del abismo para asir la mano del poder romano… entonces sabremos que ha llegado el tiempo para el actuar maravilloso de Satanás y que el fin está cerca” (El Conflicto de los Siglos, p. 588).

A continuación, el arzobispo entregó a Trump una Santa Cruz dorada, destacando su valor como símbolo de victoria espiritual y guía divina.

“Esta cruz guió al emperador Constantino a la victoria. Como Cristo le reveló en una visión: ‘Ἐν τούτῳ νίκα’ — ‘Con este signo vencerás’. Esta cruz es un trofeo invencible y símbolo eterno de paz.”

El expresidente levantó la cruz ante el público y agradeció profundamente el gesto. Elpidophoros añadió:

“Con esta cruz, ruego que traiga paz al mundo y haga a Estados Unidos invencible. Que Dios lo bendiga siempre, señor presidente.”

Comentario profético: Al igual que en los tiempos de Constantino, el uso de símbolos religiosos para respaldar agendas políticas abre la puerta al restablecimiento de una falsa unidad religiosa, basada no en la verdad bíblica, sino en acuerdos ecuménicos. Esto prepara el terreno para lo que Apocalipsis 13 describe como la imagen de la bestia —una estructura religiosa-política que impone la adoración contraria a los mandamientos de Dios.

La comparación con Constantino —considerado santo por la Iglesia Ortodoxa por legalizar el cristianismo y promoverlo como religión oficial del Imperio Romano— representa uno de los mayores elogios que un líder ortodoxo puede ofrecer.

Durante su intervención, Trump también agradeció a la comunidad greco-estadounidense, destacando la contribución de más de tres millones de ciudadanos de origen griego al país. Hizo mención especial del grupo “Greeks for Trump” y destacó la designación de Katherine Guilfoyle como próxima embajadora en Grecia.
Además, firmó una proclamación oficial que declara el 25 de marzo como “Día de la Independencia de Grecia: Un Día Nacional de Celebración de la Democracia Griega y Estadounidense”.

Comentario profético: La tendencia a declarar días religiosos o de herencia cristiana como celebraciones nacionales puede parecer inofensiva, pero es el preludio de un intento mayor por legislar en favor de la observancia religiosa dominical. Según el espíritu de profecía: “El sábado será el punto especial de controversia en la lucha final entre la verdad y el error” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, p. 372).

El gesto del arzobispo ha provocado tanto elogios como críticas. Si bien algunos lo interpretan como un respaldo simbólico al papel de Trump en la defensa de los valores cristianos, otros sectores han cuestionado el paralelismo teológico e histórico entre Trump y Constantino. Elpidophoros, conocido por sus posturas progresistas dentro de la Iglesia Ortodoxa —como su apoyo a los derechos de las mujeres y la comunidad LGBT+— ha sido objeto de controversia en el pasado por desafiar las posturas conservadoras del clero ortodoxo.

La ceremonia marcó un punto de inflexión en su liderazgo, mostrando una aproximación más centrista y conciliadora, lo que algunos analistas ven como un intento por unir a una comunidad religiosa diversa ante un panorama político polarizado.

Comentario final: El contexto profético actual muestra cómo se está gestando una alianza entre líderes religiosos y políticos en nombre de la moralidad, la unidad y la paz. Sin embargo, detrás de esta aparente armonía se oculta una agenda que busca restringir la libertad de conciencia y establecer un falso día de reposo. El pueblo de Dios debe estar alerta, sosteniéndose firmemente en la Palabra de Dios y proclamando el mensaje de los tres ángeles (Apocalipsis 14:6–12), llamando a toda persona a adorar a “Aquel que hizo el cielo y la tierra” —el Creador, cuyo sello es el sábado del cuarto mandamiento.

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