12 verdades sobre el Día de Reposo


1. Una semana es lo que tardó Dios en crear este planeta, la semana es la única fórmula de tiempo que no tiene explicación astronómica, y sin embargo, las principales civilizaciones han contado sus vidas en ciclos de 7.

A diferencia de los días, meses y años, que se derivan de movimientos astronómicos como la rotación de la Tierra, las fases lunares y la traslación alrededor del Sol, la semana de siete días no tiene un fundamento astronómico. Su origen proviene exclusivamente de la narrativa de la creación en el Génesis, donde Dios trabajó durante seis días y descansó el séptimo (Génesis 2:1-3). Este patrón se ha perpetuado en civilizaciones de todo el mundo, desde Babilonia hasta la actualidad. Aunque algunas culturas intentaron cambiar el ciclo semanal, como en la Revolución Francesa y la Revolución Soviética, siempre fracasaron, demostrando que este ritmo divinamente establecido está profundamente arraigado en la humanidad.


2. El séptimo día está desde el Génesis, antes de los judíos, antes del pecado.

El sábado como séptimo día no es exclusivo de los judíos, ya que su origen se encuentra en la creación misma, antes de que existiera el pecado o cualquier división étnica. Génesis 2:2-3 señala que Dios reposó el séptimo día, lo bendijo y lo santificó. Esto indica que el sábado fue instituido como un regalo para toda la humanidad desde el principio, no como una ley ceremonial limitada al pueblo de Israel. Jesús reafirma esto cuando dice que «el sábado fue hecho para el hombre» (Marcos 2:27), refiriéndose a toda la humanidad y no a un grupo específico.


3. Cuando Jesús terminó su misión, murió un viernes y el séptimo día reposó.

La muerte de Jesús ocurrió un viernes, conocido como el «día de preparación» (Lucas 23:54). Él descansó en el sepulcro durante el sábado, cumpliendo incluso en su muerte el patrón de descanso que estableció en la creación. Este acto simboliza que su obra redentora fue completa, y su descanso el séptimo día fue una declaración de que la salvación está terminada (Juan 19:30). El sábado, por lo tanto, se convierte en un símbolo del descanso en Cristo, tanto físico como espiritual.


4. Los seguidores de Jesús descansaron el Día de reposo, conforme al mandamiento de Dios, y no los inventos de los fariseos que es lo que todo el mundo ve y odia.

Lucas 23:56 señala que las mujeres que seguían a Jesús «descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento». Esto demuestra que los discípulos, incluso después de la muerte de Jesús, continuaron observando el sábado según los Diez Mandamientos. No confundieron el sábado de Dios con las tradiciones humanas añadidas por los fariseos, que habían distorsionado su significado original con reglas opresivas. Jesús mismo rechazó estas tradiciones humanas y restauró el propósito original del sábado como un día de descanso, adoración y servicio a los demás.


5. El primer día de la semana, domingo, los discípulos encontraron el sepulcro vacío. La Biblia nunca ha indicado que celebremos el domingo, y durante siglos nadie lo hizo.

El domingo es mencionado como el día en que las mujeres encontraron el sepulcro vacío (Mateo 28:1). Sin embargo, no hay evidencia bíblica de que los primeros cristianos consideraran el domingo como un día santo o sustituto del sábado. La adoración dominical se introdujo siglos después, bajo influencias políticas y religiosas. Durante los primeros siglos, los cristianos, incluidos los apóstoles, continuaron observando el sábado bíblico, como lo indican Hechos 13:14, 16:13 y 18:4.


6. En Marcos 2 Jesús declara que es el Señor del sábado, es su día, y nos dice que fue hecho para ti y para mí.

Jesús declaró: «El sábado fue hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del sábado» (Marcos 2:27-28). Esto subraya que el sábado fue diseñado como una bendición para la humanidad, no como una carga. Jesús afirmó su autoridad sobre el sábado y aclaró su propósito: proporcionar descanso, comunión con Dios y servicio a los demás.


7. En Éxodo 20:8 se recuerda al séptimo día como aniversario semanal de la creación, por eso no puedes cambiar la invitación.

El cuarto mandamiento establece el sábado como un recordatorio semanal de la creación: «Acuérdate del día de reposo para santificarlo» (Éxodo 20:8). Este mandamiento vincula el sábado con la creación, destacando que es una invitación divina a conmemorar el poder creador de Dios y nuestra dependencia de Él. Cambiar esta institución sería una negación de su autoridad como Creador.


8. La invitación para disfrutar del séptimo día es universal, se menciona en Isaías 56, y se describe en otros versículos como un pacto eterno con el creador.

Isaías 56:6-7 declara que los extranjeros que guarden el sábado serán aceptados por Dios. Esto confirma que el sábado no es exclusivo de los judíos, sino una invitación universal para todos los que buscan honrar a Dios. Además, el sábado es descrito como un pacto eterno entre Dios y su pueblo (Éxodo 31:16-17), reafirmando su vigencia para todas las generaciones.


9. Nadie cambió el Día de Reposo, ni en el Antiguo Testamento ni en el Nuevo Testamento, simplemente lo olvidaron, tal como el cuarto mandamiento lo había pronosticado.

El cuarto mandamiento comienza con la palabra «acuérdate», previendo que sería olvidado. Aunque muchas tradiciones cristianas actuales observan el domingo, no hay evidencia bíblica de un cambio. Esta omisión es el cumplimiento de la advertencia de que el mundo olvidaría la santidad del sábado (Daniel 7:25), un intento de cambiar los tiempos y la ley.


10. Jesús y sus discípulos guardaron el sábado de Dios, pero muchos ven el sábado de los judíos con sus ridículas doctrinas de hombre.

Jesús observó el sábado conforme al propósito divino, liberándolo de las cargas impuestas por los fariseos (Mateo 12:12). Jesús enfatizó que es correcto hacer el bien en sábado y rechazó las tradiciones humanas que desvirtuaban la verdadera adoración (Mateo 15:9). El sábado sigue siendo el día del Señor, no un conjunto de reglas humanas.


11. El domingo aparece con fuerza cuando el imperio romano decide aceptar el mensaje de Cristo.

El domingo fue adoptado como día de adoración durante el reinado de Constantino en el siglo IV, fusionando prácticas cristianas con cultos paganos, como el culto al Sol. Este cambio no fue una instrucción bíblica, sino un compromiso político y cultural que desvió a muchos de la observancia del sábado bíblico.


12. El sábado no salva a nadie, ya eres salvo por Cristo, pero debes aprender a obedecerle a Dios si no quieres ser borrado del libro de la vida.

La salvación es por gracia mediante la fe en Cristo (Efesios 2:8-9), pero la obediencia a los mandamientos es una evidencia de esa fe. Jesús dijo: «Si me amáis, guardad mis mandamientos» (Juan 14:15). El sábado es una señal de lealtad a Dios como Creador y Redentor, no un medio de salvación, sino una respuesta de amor y fidelidad.

2 comentarios en “12 verdades sobre el Día de Reposo

  1. Jesucristo no murió viernes como leí hay, nunca pudo morir un viernes, eso es invento de la religión Romana, el Señor dijo que como Jonas estuvo en el vientre del pez 3 días y 3 noches así estaría el 3 días y tres noches y si hubiera muerto un viernes no se cumple lo dicho por él Señor

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