1. Creer que sábado viene de Saturno 🤣:
Las personas que leen las traducciones de los libros en inglés, se han quedado con la idea que la palabra «sábado» en castellano viene de la palabra Saturno, según el orden romano de nombrar a los días con un nombre de planeta o astro. Siempre se les menciona que busquen el origen de la palabra en un diccionario etimológico en español; para darse cuenta que «sábado» viene de shabat que significa reposo, hasta se parecen las palabras.
La palabra «sábado» en castellano proviene del latín «sabbatum», que a su vez deriva del griego «σάββατον» (sábbaton). Este término griego fue tomado del hebreo «שַׁבָּת» (shabbat), que significa «descanso» o «cesación» y hace referencia al séptimo día de la semana.
Asi se escribe o pronuncia sábado en otros idiomas:
Italiano: sabato
Portugués: sábado
Catalán: dissabte
Gallego: sábado
Alemán: Samstag
Ruso: суббота (subbota)
Griego: Σάββατο (Sábbato)
Hebreo: שבת (Shabbat)
Árabe: السبت (as-Sabt)
2. Creer que el nuevo pacto es el domingo ☀️:
Los protestantes (que no protestan) más bien se han unido bajo las faldas de Roma, tienen que defender su postura de santificar el domingo romano. por eso han aceptado la creencia que el domingo es parte del nuevo pacto, solo porque, según ellos, Jesús resucitado se les aparece en domingo. Cuando ni siquiera creían que Jesús había resucitado y más bien estaban escondidos, jesús más bien se les aparece un lunes según el conteo bíblico de los días, que inicia con la puesta del Sol, investigue acá: el domingo en la Biblia.
3. Creer que todos los dias son «dia de reposo» o decir «todos los días son santos»⛪:
Los cristianos que dejaron de ser protestantes y se convirtieron en ecuménicos (se unieron a la iglesia que los perseguía en la antigüedad) ahora usan las frases anteriores para decir que no hay un dia consagrado al Señor porque según ellos adoran a Dios todos los días, eso es falso, porque la palabra «santo» significa: «apartado para un propósito específico».
Un versículo de la Biblia que muestra la idea de que «santo» significa «apartado para un propósito especial o específico» se encuentra en el libro de Levítico, capítulo 20, versículo 26. En la versión Reina-Valera 1960, el versículo dice:
«Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos.»
Este versículo indica que el pueblo de Israel es apartado (santo) para Dios, lo cual implica que tienen un propósito especial y específico, ser su pueblo. La santidad aquí se entiende como una separación del resto de los pueblos con un propósito particular de pertenecer a Dios y cumplir su voluntad.
Del miso modo el «sábado» fue santo desde el Edén, apartado para un propósito específico tal como lo señala en Éxodo 20:8 (6 días trabajamos pero el séptimo se lo dedicamos a Dios) y en mismo Jesús dijo: «El sábado fue hecho para el hombre» Marco 2: 27, precisamente para que descanse de esos 6 días de trabajo, y se acuerden de su Creador, que es quien le da la vida y la capacidad de trabajar, esto no entienden los cristianos ecuménicos. Cuando usted no guarda el sábado, simplemente no cree que el Señor pueda cubrir sus necesidades, y siente el deseo de trabajar para ganar más dinero. Por eso se han inventando la frase «yo adoro al Señor todos los días», «para mi todos los días son del Señor, «para mi todos los días son santos», pamplinas.
5. Creer que los guardadores del sábado lo guardan para ser salvos 😯:
Cada vez que leemos esas declaraciones de que guardamos el sábado para ser salvos, nos impresiona el nivel de presunción a la cual a han llegado los cristianos ecuménicos en su lucha por desacreditar la ley de Dios, pero procuramos enseñarles, que la ley de Dios no está para salvar a nadie, más bien nos condena, es la norma de justicia por la cual seremos juzgados, y sino nos arrepentimos de nuestra mala vida y andamos en desobediencia a los mandatos de Dios, no seremos contado entre los elegidos.
Juan 14:15 «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos».
Mateo 7:21 «No todo el que Me dice: ‘Señor, Señor,’ entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos».

