Salir de Babilonia


Babilonia, un imperio históricamente conocido por su despotismo y tiranía, ha sido simbolizado como un lugar de pecado y abominaciones que causaron daño al pueblo de Dios. En el libro del Apocalipsis, Babilonia se representa como una prostituta (Iglesia Adultera y universal) que se sienta sobre muchas aguas, siendo estas aguas un símbolo de muchedumbres controladas por el vino embriagante, que representa falsas prácticas y doctrinas (Apocalipsis 17:1-3, 15).

La gran Babilonia, según el Apocalipsis, simboliza el cristianismo agonizante que mezcla la verdad con el error, llevando a cabo un adulterio espiritual (Santiago 4:4). Esta representación incluye tanto a la iglesia madre (solo hay una iglesia madre, la iglesia romana y católica) como a sus hijas, que serían el protestantismo apóstata que sigue doctrinas y enseñanzas de hombres. (Esta últimas más unidas con el ecumenismo).

Dios exhorta a salir de Babilonia para no participar en sus pecados y evitar las consecuencias de sus plagas (Apocalipsis 18:4). Sin embargo, el llamado va más allá de una separación física, ya que salir de Babilonia implica liberarse de sus doctrinas y enseñanzas. La historia de la mujer de Lot, que salió de Sodoma pero su mente permaneció allí, sirve como advertencia (Génesis 19:26).

El principio de mezclar lo santo con lo profano persiste, incluso cuando la iglesia introduce prácticas extrañas y bebe del vino de Babilonia (Daniel 5:3-5). La advertencia es clara: no se debe introducir el mundo en la iglesia ni unir prácticas que corrompan su pureza (2 Corintios 6:17-18).

En tiempos modernos, se insta al pueblo de Dios a salir de las iglesias apostatas que siguen las prácticas de Babilonia. El llamado es claro y urgente, comparándolo con la antigua exhortación de salir de Babilonia para regresar a Jerusalén, pero a la nueva Jerusalén que hará descender el Señor.

La razón principal para salir de Babilonia es evitar participar en sus pecados y recibir las plagas que vendrán como consecuencia. La simbólica Babilonia es acusada de orgullo, arrogancia, materialismo, adulterio, engaño y persecución (Apocalipsis 18:2-3, 5, 7, 23-24).

La historia de Lot y Daniel sirven como ejemplos. Lot, aunque justo, sufrió las consecuencias al escoger vivir en Sodoma. En cambio, Daniel mantuvo su corazón atado a Dios mientras servía en Babilonia durante 70 años.

Salir de Babilonia no implica aislamiento, sino mantener nuestros corazones centrados en Dios, no permitiendo que los valores opuestos a Su voluntad (falsas enseñanzas, doctrinas de hombres) influyan en nuestras mentes. Significa disfrutar de la presencia de Dios, hacer su voluntad según su Palabra y sentir compasión por los perdidos.

Advertencia Final

Babilonia es el símbolo utilizado en las escrituras para todas las falsas religiones y costumbres mundanas. La advertencia final a la tierra es un llamado a la gente de Yahuwah que aun están en Babilonia. El mensaje está cargado de consecuencias eternas porque lo que sigue inmediatamente es la destrucción de Babilonia, el mundo entero, en las siete últimas plagas. Todos los que quieran refugiarse en ese gran día de ira debe estar bajo la protección del Altísimo. Sólo aquellos que se han humillado a la llamada de salir de Babilonia estarán seguros en aquel tiempo.

Satanás sabe que todos los que se humillarán a la advertencia serán eternamente salvos de sus engaños. Por lo tanto, él ha creado la mayor ilusión, y entrampa multitudes de cristianos sinceros haciéndoles pensar que “Ese llamado no me corresponde porque yo no estoy en Babilonia!”

Diferentes personas tienen diferentes razones para evadirse de la última invitación del cielo. Para algunos, la advertencia es rechazada porque son protestantes. No creen en el Papado, por lo tanto, el mensaje no se aplica a ellos. Para otros, la advertencia es denegada porque adoran en el séptimo día de la semana moderna. Ellos no veneran el Domingo, dia de la veneración al Papado; por lo tanto, el mensaje no se les aplica a ellos.

Todos los que rechazan el mensaje lo hacen porque están creyendo en algo de la verdad que los distingue como diferentes, espiritualmente superior que todos los demás. Porque tienen esta VERDAD, creen que el mensaje no se aplica a ellos.

Rechazando la advertencia del Cielo, creyendo que no puede aplicarse a su caso debido a lo que creen ya, es muy serio. Es verdadera ceguera espiritual y eterno suicidio. Cuanto mayor sea la luz que uno tiene y más verdad uno crea, mayor es el riesgo del rechazo de más luz y más verdad. Satanás ciega las mentes de muchos que afirman sostener la verdad de la Biblia ante otros. Él los lleva a asumir que ellos ya poseen toda la verdad necesaria para la salvación.

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