Ary Waldir Ramos Díaz | Abr 07, 2017
El papa Francisco se reunió 28 y 29 de abril en El Cairo con Ahmed Al Tayeb, el gran jeque de Al Azhar, considerada la principal institución musulmana suní. El Pontífice continúa dando pasos hacia el compromiso de “escuchar” a los representantes de otras religiones por su mensaje a favor del diálogo, además de cerrando filas en el rechazo al terrorismo, una preocupación que el Sucesor de Pedro ha expresado en varias ocasiones.
Así hemos propuesto una reflexión sobre la figura de Jesús y de la Virgen María en este intento de acercamiento, analizando su presencia en el Corán y la tradición islámica a Samir Khalil Samir (1938), jesuita egipcio, profesor en el Pontificio Instituto Oriental de Roma, y director del Centre de Documentation et de Recherches Arabes Chrétiennes.
Jesús es un profeta de la religión islámica, ¿podría ser este un punto de conexión?
“Sí y no, María de pronto más que Jesús. Jesús no es el último de los profetas. Porque el sello de los profetas – dicho literalmente en el Corán- es Mahoma, que viene después para completar y corregir. Lo que significa que el cristianismo es solo una fase”. Según la creencia musulmana, Jesús fue el último profeta enviado por Dios para guiar al Pueblo de Israel.
El Corán niega claramente la Trinidad. “¡Deténganse antes de decir que son tres, es mejor para usted!”, me han llegado a amenazar, “y yo digo: ¿Cuándo he dicho que son tres? ¿Qué dice nuestro credo? Credo in unum Deum (creo en un solo Dios). Después aclaramos lo que significa uno: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y en árabe igual. Por lo tanto, no hemos jamás afirmado que hay tres divinidades, sino una en tres realidades”.
El segundo aspecto es “la crucifixión” contradicha en el islam. Porque dice el Corán (Sura 4:157-158): ‘Hemos dado muerte al Ungido, Jesús, hijo de María, el enviado de Alá’, siendo así que no le mataron ni le crucificaron, sino que les pareció así’. “Volviendo a los hechos, ¿entonces ustedes, aun después de seis siglos, conocen mejor los hechos que los judíos que nunca han negado la crucifixión?, cuestiona el jesuita egipcio.
“Los judíos que estaban aquí jamás han negado la crucifixión”. Ellos reconocen la crucifixión como “merecida”: ha “blasfemado, se ha hecho símil a Dios”, etc.
Samir discrepa totalmente con la versión sobre la crucifixión y la resurrección de Jesús dada por el islam y el Corán. “Puedo negar una idea, no puedo negar un hecho”.
“Otro hecho es que los cristianos seamos imbéciles al alardear de que nuestro líder haya sido crucificado y humillado. Existe un hecho, tenemos solo que entender este hecho”, abundó.
La figura de María en el Corán: ¡’Elegida por Dios!”
En cambio, “la figura de María en el Corán es muy positiva dado que no existe un ‘carácter divino’, de hecho, ellos tienen esta “devoción común” por la Virgen María.
El profesor Samir rememora las apariciones de Zeitn (El-Zeitoun),distrito a las afueras de El Cairo, Egipto. Cristianos y musulmanes visitan sin distinción el lugar, donde la Virgen apareció -según la tradición – sobre el techo de una iglesia copta, templo construido para conmemorar la presencia en la zona de san José con la Virgen y Jesús cuando huían de Herodes.
“Existen dos peregrinaciones muy importantes el 22 agosto (que corresponde al 15 de agosto, fiesta de la Asunción), en los que participan miles de musulmanes”, aseguró.
Niños musulmanes en la pila bautismal. Durante el peregrinaje en honor a María, “los musulmanes viendo que los cristianos esperan esta fiesta para bautizar a los niños, ellos también piden de bautizar a sus pequeños. El párroco de ese lugar me dijo: ‘He tenido que construir dos baptisterios, uno cristiano con el santo crisma y el otro sólo con el agua para complacer” a los fieles musulmanes. “Este es un ejemplo de la devoción a la Virgen María que existe en Egipto”.
“La Virgen María es vista en todo el mundo musulmán como una santa mujer y así es presentada en el Corán”. Y se menciona como la única mujer electa y “no hay consideración símil sobre algún ser en la tierra, ni siquiera de Mahoma”, concluyó.
Son numerosas las manifestaciones artísticas que expresan el amor a María guardado en el corazón de cristianos y musulmanes, como esta interpretación del Ave María de Caccini mezclada con la llamada a la oración musulmana, de la cantante Tania Kassis en el teatro Olympia de París en 2012, con motivo de la designación del 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación, como día festivo islamo-cristiano en el Líbano:
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