Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; Apocalipsis 16: 13.
La boca es el instrumento del habla. Estos “tres espíritus inmundos” que salen de las bocas del “dragón”, de la “bestia” y del “falso profeta”, representan la política que esta triple unión religiosa proclamará al mundo, la cual se menciona en Apocalipsis 17: 2 como el “vino” de Babilonia, falsas enseñanzas que embriagan al mundo, que las hacen perder el juicio y la razón, para no ver la verdad. (ver com. Apoc. 16:14; Apoc. 17:2, Apoc. 17:6).
El Dragón
El primer miembro de esta triple unión religiosa se identifica generalmente con el espiritismo o con el paganismo. Este último consiste principalmente en la adoración de espíritus maléficos, y por eso se parece esencialmente al espiritismo moderno tal como se practica en los países cristianos. Muchos cristianos creyendo en el espiritismo buscan Mediums para según ellos comunicarse con sus muertos, otros creyendo que su ser querido a transcendido a otro nivel existencial creen en las apariciones que se manifiestan por medio de los demonios (Ver com. Apoc. 12:3; Apoc. 13:1.)
La Bestia
En la profecía bíblica las bestias generalmente representan poderes políticos (Dan_7:3-7, Dan_7:17; Dan_8:3, Dan_8:5, Dan_8:20-21 ; cf. Rev_12:3; Rev_13:1). Esta bestia puede ser identificada como Satanás que obra por medio de esos instrumentos políticos, que se han sometido a su dominio a través de la historia.
El Falso Profeta
Evidentemente debe identificarse con la segunda bestia del Apoc. 13:11-17 (ver com. Apoc.16:11), que apoya a la primera bestia de los Apoc. 16:1-10, y que por medio de los milagros que tiene el poder de hacer en presencia de la bestia (Apoc. 16:12-14), engaña a los hombres para que le hagan a ésta una “imagen”. Cf. Apoc. 19:20; Apoc. 20:10.
Tres espíritus inmundos
Los defensores de ambas opiniones concuerdan en identificar al “dragón”, la “bestia” y el “falso profeta”, con el espiritismo moderno (CS 645) o paganismo, el papado, y el protestantismo apóstata (cf. Apoc. 13:4, Apoc. 13:14-15; Apoc. 19:20; Apoc. 20:10), respectivamente. Los “tres espíritus inmundos” evidentemente simbolizan o representan a este trío maléfico de poderes religiosos, que juntos constituyen la “gran Babilonia” de los últimos días (Apoc.16:13-14, Apoc.16:18-19; ver com. Apoc. 16:19; Rev_17:5).
A manera de ranas.
Tal vez no deba atribuirse ningún significado a esta comparación, que quizá sólo tiene el propósito de destacar lo repulsivo que son los “tres espíritus inmundos” delante de Dios.
